Barrow se prepara para la noche polar: 24 horas de oscuridad durante más de un mes con temperaturas de hasta -50 ºC
Los habitantes de Barrow (Alaska) se preparan para una noche de más de dos meses de duración. Durante este período, el Sol no se alzará en el horizonte: es el fascinante fenómeno de la noche polar.
Los habitantes de Barrow (Alaska), presenciaron ayer la última puesta de sol del año. Cada año, entre el 18 y el 19 de noviembre, los habitantes de Barrow se reúnen para contemplar el último atardecer antes de la llegada de la noche polar. Les esperan ahora 66 días de oscuridad o 1608 horas de penumbra hasta que el astro rey vuelva a alzarse de nuevo hacia el 23 de enero de 2024.
La oscuridad perpetua de la noche polar
La noche polar ocurre en el círculo polar ártico y antártico cuando el Sol no alcanza una altura suficiente para hacerse visible por encima del horizonte, dando lugar a una noche de semanas o meses de duración. La oscuridad en muchos casos no es total, sino que brilla una luz crepuscular como la que tenemos aquí poco después del atardecer. Para hablar de noche polar, el sol debe estar oculto por más de 24 horas.
Este fenómeno se debe a la inclinación del eje de la Tierra de unos 23,5º respecto al plano de la eclíptica. Cuando es invierno en el hemisferio norte, la Tierra está inclinada en la dirección contraria al sol, por lo que el hemisferio norte recibe mucha menos radiación y el polo norte queda en una zona de sombra.
En verano sucede todo lo contrario, ya que el eje terrestre está orientado hacia el Sol por lo que el polo recibe 24 horas al día de luz solar, un fenómeno conocido como Sol de medianoche.
La duración de la noche polar y el grado de oscuridad dependen de la cercanía al polo norte, los lugares más septentrionales son los que tienen las noches polares más largas.
Un clima de extremos
La ciudad de Barrow, conocida también como Utquiagvik, es uno de los núcleos urbanos más septentrionales del mundo, y se encuentra al norte del círculo polar ártico. Tiene una población de 5000 habitantes sometidos de forma casi constante a las inclemencias meteorológicas. La ausencia de luz solar directa en invierno, junto con la latitud geográfica, permite que las temperaturas caigan a valores prácticamente imposibles para la vida humana.
La temperatura media del mes más frío (febrero) es de -24 ºC, habiéndose registrado valores mínimos de hasta -49 ºC. Las temperaturas máximas diarias en invierno oscilan entre los -20 ºC y -21 ºC, con heladas permanentes. Todo ello acompañado de fuertes vientos que en ocasiones superan los 100 km/h, acrecentando la sensación de frío.
Las temperaturas medias diarias solo sobrepasan los 0 ºC entre junio y septiembre. Durante el corto verano, las temperaturas máximas y mínimas escalan a valores positivos produciéndose un intenso deshielo. Se han llegado a registrar valores de 23 a 26 ºC entre junio y agosto, pero lo normal es quedarse entre 15 y 18 ºC. Incluso en verano existe la probabilidad de helada, con mínimos térmicos de hasta -7 ºC en agosto.
Las lluvias son muy escasas en Barrow
Las masas de aire que afectan la zona son de carácter seco, por lo que las precipitaciones anuales son muy escasas. Apenas caen 150 l/m2 al año en Barrow, un valor comparable al que se registra en algunas zonas de Almería, donde encontramos los lugares más áridos del continente europeo. En general, el aire frío puede contener menos humedad que el aire cálido.
Por ello, los grandes desiertos de la Tierra están situados en los polos. El lugar más árido se ubica en la Antártida, en los Dry Valleys de McMurdo, donde se registra menos de 1 l/m² al año. El paisaje de estos valles se asemeja al de Marte debido a la aridez extrema y ausencia de nieve.