China experimenta el mayor número de inundaciones significativas desde que hay registros

Este año, el gigante asiático ha tenido que hacer frente a 25 episodios de inundaciones a gran escala que han provocado avisos y alertas a la población, cuando el país se encuentra sólo a mitad de la temporada alta.

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Sólo este año, China se ha visto afectada por 25 grandes episodios de inundaciones, y la temporada alta sólo va por la mitad.

Desde el comienzo de la temporada de inundaciones, el gigante chino ha registrado el mayor número de episodios de inundaciones significativas desde que empezaron los registros en 1998. Hasta ahora se han registrado 25 eventos, que el Ministerio de Recursos Hídricos de China definió como niveles de agua que requerían la emisión de alertas y avisos.

Según las últimas cifras oficiales, se emitieron en toda China 3.683 avisos de inundación de cursos de agua y 81 avisos de inestabilidad de afloramientos montañosos. Se pusieron en funcionamiento casi 5.000 embalses, que ayudaron a desviar 99.000 millones de litros de agua, evitando el realojo de más de 6,5 millones de personas.

China ha pasado por verdaderas dificultades este año, desde olas de calor, sequías, tifones y ahora un comienzo temprano de la temporada de inundaciones.

Se trata de un año considerado extraordinario y "desviado de la norma", según las autoridades chinas

La provincia de Henan es el ejemplo más vívido de esto, en una historia que se ha repetido en todo el país. Hace un mes, se enfrentaba a limitaciones en el riego de miles de explotaciones, y luego se enfrentó a inundaciones provocadas por intensas precipitaciones que afectaron a decenas de miles de hectáreas y obligaron a más de 100.000 personas a evacuar sus hogares.

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Imágenes como ésta son cada vez más frecuentes en el gigante asiático.

El tifón Gaemi, el último en azotar suelo chino tras masacrar Filipinas, Taiwán y Corea del Norte, ha dejado decenas de muertos y desaparecidos, ha obligado a evacuar a los habitantes y ha provocado varias inundaciones y deslizamientos de tierra. El último balance eleva a más de 30 el número de muertos y a 35 el de desaparecidos.

Para las autoridades chinas, este es un año considerado extraordinario y “desviado de la norma”. La precipitación media fue un 13,3 % superior a la media, con 30 estaciones meteorológicas registrando récords. Las cuencas de los ríos Huaihe y Liaohe recibieron el doble de agua que el promedio de los últimos años.

Las grandes fluctuaciones del clima ponen de relieve un gran desafío para el gobierno chino, ya que se espera que estos episodios sean cada vez más frecuentes en el actual período de desregulación climática.

Varios observadores han señalado que las autoridades chinas han realizado avances, especialmente en lo que respecta a los sistemas de alerta temprana, la vigilancia meteorológica y el desarrollo de determinadas infraestructuras. Aún así, advierten que aún queda mucho por hacer para prepararse para el impacto de condiciones climáticas extremas cada vez más frecuentes.

China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero y busca posicionarse como líder en la transición global hacia la energía verde, incluso cuando enfrenta desafíos para abandonar el carbón debido a su alta demanda. El gigante asiático se ha comprometido a alcanzar el pico de emisiones en 2030 y reducirlas a cero en 2060, con ambiciosos proyectos de energía renovable apoyados por el Estado.

El julio más caluroso desde que se realizan las observaciones

La Oficina Meteorológica Nacional afirmó recientemente que el mes pasado fue el julio más caluroso desde que comenzaron las observaciones en 1961, y "el mes más caluroso en la historia de las observaciones".

La temperatura media del aire en julio fue de 23,21 ºC, superando el récord anterior establecido en 2017 de 23,17 ºC, y todas las provincias de China informaron una temperatura media en julio superior a la media de años anteriores.

Por lo pronto, se espera que en los próximos días continúen las altas temperaturas y las lluvias en China. La previsión apunta a un calor extremo, e incluso se ha emitido aviso meteorológico rojo, acompañado de lluvias, especialmente en las regiones orientales. En Shanghai este sábado se esperan 36 °C y Hangzhou podría alcanzar potencialmente los 42 °C. La temporada de tifones también continúa hasta agosto.