¿Cuánto frío puede soportar el cuerpo humano?
Estos días no se habla de otra cosa: aire polar, nevadas, heladas... Por fin ha llegado el invierno, con temperaturas bajo cero en muchas zonas de España. ¿Hasta cuánto puede el cuerpo humano aguantar en situaciones de frío intenso?
Numerosos estudios y hechos confirman la resistencia que tiene el cuerpo humano a temperaturas extremas, como por vemos por ejemplo con los alpinistas que soportan un frío intenso o beduinos caminando por el desierto soportando altísimas temperaturas.
Afortunadamente, el cuerpo humano tiene múltiples mecanismos de adaptación que le permiten enfrentarse a condiciones meteorológicas adversas, como vamos a ver a continuación.
El cuerpo humano activa su maquinaria de forma automática
Cuando el cuerpo se expone al frío, el organismo activa una serie de respuestas fisiológicas para mantener la temperatura interna. El primer paso es la vasoconstricción, donde los vasos sanguíneos periféricos se estrechan para reducir la pérdida de calor. Además, los músculos pueden empezar a temblar involuntariamente, generando calor adicional.
A medida que la exposición al frío persiste, el cuerpo entra en una fase más avanzada de respuesta, conocida como termogénesis. En esta etapa, se produce calor mediante la actividad metabólica de las células grasas marrones, un tipo especial de tejido adiposo. Por otra parte, además de la temperatura no hay que olvidar que el fuerte viento aumenta la sensación de frío, que acelera el proceso.
Estos mecanismos y respuestas ayudan a mantener la temperatura central del cuerpo en un rango vital, pero... ¿hasta dónde pueden llegar a resistir un cuerpo humano?
Cierta normalidad con temperatura ambiente de 0ºC
Si estamos a una temperatura ambiente de 0 ºC se puede hacer una vida normal, aunque lo suyo es poner la calefacción y abrigarse bien al salir a la calle. En estos baremos es posible sufrir un resfriado o tener las defensas más bajas, algo completamente normal.
Podemos soportar hasta los -10 ºC bien protegidos
Y aunque pueda parecer lo contrario, cuando la temperatura exterior está alrededor de los -10 ºC podemos llevar una vida normal, eso sí, estando suficientemente protegidos.
Ejemplo de ellos son países como Noruega, Rusia o Groenlandia, que viven duros inviernos con temperaturas de hasta 10 grados bajo cero, incluso menos.
Congelación en temperaturas de -20 ºC
Con estos valores el cuerpo puede empezar a tener problemas importantes, pues pueden congelarse nariz y orejas, por lo que es imprescindible taparse bien la cara. Además, con ese frío intenso, la piel puede deteriorarse con mucha más facilidad.
Y no sólo hablamos de problemas a nivel físico, sino que también pueden empezar a aparecer otros síntomas como cansancio extremo o mareos, por lo que hay evitar exponerse a estas temperaturas en la medida de lo posible.
Peligro de muerte en temperaturas de 27-30 grados bajo cero
Es aquí, a partir de los -27 ºC, cuando hay riesgo de muerte. Es lo que llaman la "muerte dulce", pues no se siente dolor, y lo habitual es no darse cuenta de que se está produciendo. Y es que a partir de los 25 grados bajo cero, el cuerpo pasa de tener mucho frío a sentir escalofríos y espasmos involuntarios, no puede realizar movimientos precisos, la respiración se vuelve más agitada y llega la confusión.
A partir de los -30 ºC, los expertos recomiendan no estar más de 30 minutos en el exterior. Aunque la temperatura corporal por debajo de los 36 grados ya se considera inadecuada, en medicina, cuando una persona está en un grado inferior a los 27 ºC, está clínicamente muerta.