El pozo más profundo de la Tierra: 12.000 metros de profundidad y un enigma que sigue vivo

El pozo Kola, con una profundidad de 12.262 metros, es la perforación más profunda realizada por el ser humano. Reveló importantes secretos geológicos de nuestro planeta y generó algunas leyendas que siguen vigentes en la actualidad.

pozo superprofundo de Kola (KSDB)
Desvelamos los secretos del pozo superprofundo de Kola. Fotografía: Alexander Novikov/Wikimedia Commons.

El pozo superprofundo de Kola (KSDB), ubicado en la península rusa del mismo nombre, es la perforación más profunda realizada por el ser humano, alcanzando los 12.262 metros por debajo de la superficie en 1989.

Este proyecto soviético, iniciado en 1970, tenía como objetivo explorar las profundidades de la corteza terrestre y obtener información valiosa sobre su composición y estructura.

Origen y objetivos de este sorprendente proyecto

En plena Guerra Fría, la Unión Soviética emprendió ambiciosos proyectos científicos para demostrar su superioridad tecnológica. Uno de estos fue el pozo superprofundo de Kola, cuyo principal objetivo era alcanzar profundidades sin precedentes para estudiar la composición de la corteza terrestre y comprender mejor los procesos geológicos del planeta.

¿Qué es la discontinuidad de Mohorovičić?
Es una zona de transición localizada entre la corteza y el manto terrestre, a una profundidad media de unos 35 km, pudiendo encontrarse a 70-90 km de profundidad bajo los continentes o a tan solo 5-10 km bajo los océanos.

El nombre de esta discontinuidad procede del geólogo croata Andrija Mohorovičić.

La ubicación en la península de Kola no fue casual, ya que fue seleccionada debido a su estabilidad geológica y la proximidad de la discontinuidad de Mohorovičić, la frontera o división entre la corteza y el manto terrestre.

La perforación comenzó el 24 de mayo de 1970, utilizando equipos especializados como las perforadoras Uralmash-4E y, posteriormente, Uralmash-15000.

Con el paso de los años, se abrieron varios pozos que partían de la rama central, siendo el más profundo el SG-3, que alcanzó los 12.262 metros en 1989 durante el proceso. Los ingenieros se enfrentaron a numerosos desafíos, incluyendo temperaturas más altas de lo esperado, con zonas en las que se llegaron a medir 180 ºC, lo que dificultaba el funcionamiento del equipo y la estabilidad del pozo.

Importantes descubrimientos científicos

A pesar de estas dificultades, el pozo superprofundo de Kola proporcionó una valiosa información científica. Estos fueron algunos de los descubrimientos más significativos.

  • Edad de las rocas: encontraron rocas de hasta 2.700 millones de años, ofreciendo una visión única de la historia geológica de la Tierra.
  • Presencia de agua: se descubrió agua a profundidades inesperadas, lo que desafió las teorías previas sobre la impermeabilidad de las rocas a esas profundidades.
  • Microfósiles: hallaron microfósiles de organismos unicelulares en rocas profundas, indicando la existencia de vida en condiciones extremas y aportando información sobre la evolución de la biosfera.
  • Composición de la corteza: los datos obtenidos permitieron una mejor comprensión de la composición y estructura de la corteza terrestre, desafiando algunas hipótesis previas sobre la transición entre diferentes capas geológicas.

Un hallazgo perturbador: los gritos del infierno

La rápida supresión del proyecto y la profundidad alcanzada dieron lugar a diversas leyendas urbanas. Una de las más conocidas es la supuesta grabación de sonidos escalofriantes provenientes del pozo, interpretados por algunos como "gritos del infierno".

Por supuesto, no hay evidencia científica que respalde estas afirmaciones, y se consideran mitos surgidos a partir del misterio que rodea al proyecto.