Las ciudades amuralladas más increíbles del mundo
Os invitamos a descubrir el pasado de estas ciudades a través de sus piedras, y a maravillarnos con la tenacidad de las antiguas civilizaciones que construyeron estos símbolos de protección y orgullo. Coge papel y apunta.
A lo largo de la historia del ser humano, las murallas han sido elementos esenciales en la defensa de las ciudades, ofreciendo protección contra invasores y simbolizando la fortaleza de sus habitantes. Hoy en día y, afortunadamente, muchas de estas antiguas fortificaciones siguen en pie, lo cual nos permite viajar a épocas pasadas, y son, sin duda alguna, lugares dignos de visitar por lo menos una vez en la vida.
Dubrovnik, el bastión de piedra de Croacia
Empezamos transportandonos a Dubrovnik, en Croacia. Esta preciosa ciudad, conocida como la “Perla del Adriático” es famosa por sus imponentes murallas que rodean completamente su casco antiguo. Construidas entre los siglos XIII y XVI, estas murallas de piedra caliza alcanzan hasta 25 metros de altura y casi 2 kilómetros de longitud. Fueron diseñadas para resistir ataques navales y terrestres, defendiendo a la ciudad contra venecianos, otomanos y piratas.
Recorrer las murallas de Dubrovnik es una experiencia única, ya que permiten vistas espectaculares del Mar Adriático y del casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
A lo largo de las murallas, se encuentran torres como la Torre Minčeta y el Fuerte de San Juan, que muestran la solidez y habilidad de sus constructores. Gracias a su preservación, hoy se pueden recorrer casi en su totalidad, disfrutando de una vista panorámica de esta joya medieval.
La "Fortaleza Encantada" de Carcassonne
En el sur de Francia, Carcassonne se alza como una de las ciudades amuralladas mejor conservadas de Europa. Su impresionante ciudadela, restaurada en el siglo XIX por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, está rodeada de un doble sistema de murallas con 52 torres, que le otorgan un aspecto mágico.
Esta fortaleza, declarada también Patrimonio de la Humanidad, permite a los visitantes caminar por su camino de ronda, con vistas panorámicas de sus murallas y el hermoso paisaje occitano. Dentro de la ciudadela, la basílica de Saint-Nazaire y el castillo condal transportan a una época de caballeros y cruzadas, haciendo de Carcassonne un destino imprescindible para los amantes de la historia medieval.
La fortaleza de piedra que custodia el corazón de España
Hablar de ciudades amuralladas y no citar una de nuestro país, no está en nuestros planes. No podemos no hablar de las murallas de Ávila, que, construidas entre los siglos XI y XII, son actualmente uno de los conjuntos medievales más impresionantes y mejor conservados de Europa.
Este sistema defensivo fue creado para proteger a Ávila de las invasiones musulmanas y ha resistido el paso de los siglos. Entre sus puertas, la Puerta del Alcázar y la Puerta de San Vicente destacan por su diseño. Además, permiten a los visitantes caminar por sus almenas, disfrutando de una vista única de la ciudad y de los alrededores, un símbolo inconfundible de la resistencia medieval española.
Constantinopla, las murallas que detuvieron imperios
Las murallas de Constantinopla, hoy Estambul, fueron una defensa inquebrantable para la capital bizantina durante siglos. Construidas en el siglo V bajo el emperador Teodosio II, se conforman de tres líneas de defensa, incluyendo fosos y múltiples torres, que protegieron a la ciudad contra numerosos invasores.
Este complejo defensivo resistió ataques de búlgaros, árabes y, durante siglos, a los otomanos, hasta su caída en 1453. Hoy, las murallas bizantinas de Constantinopla son uno de los patrimonios históricos más importantes de Estambul, conservando el legado de un imperio y su capacidad de resistencia ante amenazas externas.
La Gran Muralla de China, el gigante que cruza montañas
No podemos finalizar este repaso sin hablar de "la muralla" por antonomasia, la Gran Muralla de China, la que es la estructura defensiva más famosa y monumental del mundo.
Originalmente, esta muralla estaba compuesta por distintos tramos que emperadores sucesivos unieron y reforzaron, convirtiéndola en una barrera continua. La muralla incluye aproximadamente 25.000 torres de vigilancia y fue construida con diversos materiales, como piedra, tierra compactada y ladrillos, dependiendo de los recursos disponibles en cada región.
La Gran Muralla atraviesa montañas, desiertos y valles, adaptándose a la geografía de cada región con torres de vigilancia, fortificaciones y puertas. Declarada Patrimonio de la Humanidad y una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, esta muralla sigue fascinando a millones de personas, representando el ingenio y la perseverancia de la civilización china.