Mueren más de 100 entre delfines rosados y tucuxis en el Amazonas, Brasil; Las causas calor extremo y contaminación
¡Y el daño a la Selva Amazónica en Brasil continúa! Hasta ahora, se tiene el reporte de 125 delfines muertos en el lago Tefé. La temperatura del agua que alcanzó los 40 °C, puede ser una de las principales causas.
Un reporte del El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil (MICTI, por sus siglas en portugués) y una estimación de la investigadora Miriam Marmontel, del Instituto de Desarrollo Sostenible de Mamirauá (IDSM), señala que, alrededor del 5% de la población de delfines amazónicos de la municipalidad de Tefé, en la región de Médio Solimões, han muerto desde el inicio de la sequía que azota el estado de Amazonas.
La cifra de muertos incluye al delfín rosado, considerado la especie de delfín de agua dulce más grande del mundo y al tucuxis otro cetáceo de la misma familia, ambos animales en peligro de extinción. Especialista en mamíferos acuáticos del IDSM, investigan las marsopas del Amazonas desde hace 30 años. De acuerdo con sus investigaciones, la población de delfines y tucuxis en el lago Tefé se estima en 900 y 500 individuos, respectivamente.
Aunque aún se desconoce la causa de la muerte de estos animales, los expertos del instituto creen que las muertes están relacionadas con las altas temperaturas del agua, derivado del extenso periodo de sequía extrema y la ola de calor en la región, además de una posible fuente de contaminación dado el evento tan localizado.
“Mi impresión es que hay algo en el agua, obviamente relacionado con la sequía extrema, la poca profundidad de los ríos y, en consecuencia, el calentamiento de las aguas. La temperatura promedio histórica del agua en el lago Tefé es de 32 grados centígrados y el jueves 28 de septiembre medimos 40 °C hasta los tres metros de profundidad”, dice Marmontel.
Durante el pasado fin de semana, llegaron a Tefé equipos de apoyo y rescate de cetáceos vivos que siguen recolectando y tomando muestras de animales muertos y monitoreando los vivos.
Rescatando a las marsopas vivas
Los biólogos encargados alquilaron esta semana un bote flotante con piscina, donde serán llevados con vida los animales rescatados. El objetivo es mantener a los animales en este contenedor hasta que se publiquen los resultados de los análisis y el diagnóstico.
La razón es primordialmente, porque si se trata de un agente infeccioso, sería muy riesgoso liberar a los animales en el río Solimões, ya que terminaría infectando al resto de la población. Al parecer se trata de un hecho aislado en el lago Tefé, y no hay registro de que haya ocurrido algo similar en las ciudades aledañas, hasta ahora.
Contaminación e influencia antropogénica en el lago Tefé
Aunque el nivel del agua fue más bajo en la sequía de 2010, ésta podría llegar a ser la más extrema. Este evento ha causado más daños que cualquier evento anterior, señala en un comunicado el IDSM.
“Esto probablemente sea consecuencia de una acumulación de impactos causados por la contaminación urbana, el azolvamiento del río Tefé, la contaminación del aire por la gran cantidad de incendios, y puede ser que aún están por descubrir otros agravantes”, destacó el director del IDSM, João Valsecchi.
Impacto en la vida cotidiana de los habitantes
El cierre de escuelas, las líneas de embarcaciones han dejado de funcionar, todos los productos se encarecen en las ciudades y sobre todo en el interior. Adicionalmente este año, de forma muy atípica, se está registrando la mortalidad de peces y marsopas en el lago Tefé, condiciones que resalta Valsecchi.
Acciones de lo residentes y la comunidad
Además de los trabajos realizados para recuperar cetáceos, investigadores del Instituto Mamirauá también están ayudando a la población ribereña. "Monitoreamos información sobre el nivel del río y el clima y publicamos boletines periódicos que se distribuyen en la radio local y en las redes sociales", dice el biólogo investigador Ayan Fleischmann.
“También estamos hablando de la sequía en lugares como la feria municipal, para concientizar a la población y discutir medidas de adaptación frente a los eventos climáticos extremos que venimos viviendo”, destacó. "Para hacer frente a estos impactos, necesitamos que la población local se involucre, para que podamos adelantarnos a la próxima sequía extrema".