"Ni Lisboa ni Oporto". Los turistas españoles se han rendido a esta ciudad costera de Portugal

Cuando se habla de destinos costeros que visitar en Portugal, la imaginación suele llevarnos a las playas doradas del Algarve o a los recovecos de la costa norte. Pero esta vez, el periódico español El Economista ha decidido centrar la atención en un destino insólito: Alcochete. Sí, has leído bien.

A primera vista, Alcochete puede parecer una tranquila localidad más de la orilla sur del Tajo. Sin embargo, El Economista la describe como "una localidad costera que todo el mundo debería conocer". Y razones no le faltan.

"Que Portugal alberga un sinfín de joyas no es un secreto para nadie, pero sí es cierto que tanto Lisboa como Oporto eclipsan la belleza de otras zonas del país luso. En este caso, a menos de una hora de la capital, cruzando el puente Vasco da Gama, se encuentra una pequeña localidad costera que merece un alto en el camino", escribe el diario español. "Alcochete es una combinación única de historia, naturaleza y tradición".

Un paisaje salpicado de marismas y colores

Pero el verdadero espectáculo está en el cielo y en el agua. Cada año, miles de flamencos eligen esta localidad para descansar durante sus migraciones. ¿El resultado? Un entorno mágico donde los tonos rosados de estas aves contrastan con las marismas y las relucientes salinas. No es de extrañar que la ciudad reciba el sobrenombre de "paraíso de las aves".

"Tal es su importancia que Manuel I de Portugal, que nació en Alcochete, fue apodado Venturoso o Beato, como todos los que conocen este lugar".

¿Qué se puede hacer en Alcochete?

Alcochete te invita a perderte en su centro histórico. Desde la Praça da República, corazón vibrante de la ciudad, hasta las iglesias de São João Baptista y Nossa Senhora da Vida, junto al río Tajo, cada rincón cuenta una historia que merece ser descubierta.

El periódico también destaca el Parque Natural del Estuario del Tajo, un santuario ecológico perfecto para pasear al aire libre. Aquí se encuentra el famoso Sendero de los Flamencos, ideal para quienes quieran fotografiar o simplemente contemplar estas elegantes aves.

Y no, Alcochete no es sólo naturaleza. La villa tiene una rica historia, con raíces que se remontan a la época romana y una profunda conexión con la producción de sal. Desde la Edad Media, esta región ha sido el corazón de la producción de sal portuguesa. Hoy en día, las salinas siguen activas y son también una importante zona de refugio para diversas especies de aves.

Por supuesto, ningún viaje estaría completo sin una visita a Praia dos Moinhos, donde la puesta de sol se convierte en una obra de arte con Lisboa como telón de fondo. Además, los aficionados a deportes acuáticos como el paddle board, el windsurf o el kayak encontrarán aquí aguas tranquilas, perfectas para una aventura.

"Cabe destacar que la tranquilidad de sus aguas y la suave brisa hacen que las condiciones sean perfectas tanto para principiantes como para los más experimentados", señalan los autores del artículo.

Así que si su idea de escapada incluye tranquilidad, paisajes de ensueño y un toque de tradición, Alcochete bien podría ser el destino que falta en tu lista en el país vecino.