Poblaciones de insectos: de vecinos molestos a vecinos amigables
Los insectos son seres vivos que prácticamente sólo llaman nuestra atención cuando queremos ahuyentarlos, pero pueden desempeñar un papel fundamental en la supervivencia de los ecosistemas.
Los ecosistemas de todo el mundo están cada vez más amenazados, en gran medida debido a las consecuencias de la actividad humana. La biodiversidad consiste en la variedad de formas de vida que habitan la superficie terrestre, y cuanto mayor sea, más sano y resiliente será un ecosistema.
Varios tipos de artrópodos, concretamente insectos y arañas, desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la salud de los ecosistemas, de los que depende el ser humano para vivir. Un estudio reciente indica que la actividad humana afecta la biodiversidad entre los artrópodos, con un impacto aún más significativo en las zonas urbanas. En este análisis también se tienen en cuenta factores no biológicos, como las variaciones diarias de temperatura y la proximidad al océano/continentalidad.
El estudio mencionado anteriormente fue realizado durante más de un año por investigadores de la Facultad de Letras, Artes y Ciencias Dornsife de la USC. Este trabajo se centró en un área geográfica muy amplia, en la costa oeste de los Estados Unidos de América, más concretamente en Los Ángeles y su área metropolitana.
En las zonas urbanas, los altos niveles de biodiversidad se asocian con beneficios para los ecosistemas y las poblaciones, que se traducen en una mejor calidad del aire, una reducción del riesgo de inundaciones e incluso mejoras en la salud mental humana.
Las especies continúan prosperando a pesar de la actividad antropogénica
En una primera fase se capturaron artrópodos voladores, como abejas, moscas y mariposas. Además, también se capturaron arañas en el suelo. Estas capturas pretendían descubrir la variedad de especies que habitaban determinadas zonas, especialmente aquellas que se han humanizado fuertemente en las últimas décadas.
Se esperaba que se registrara poca biodiversidad, en respuesta a cambios significativos en el paisaje, pero los resultados demostraron una realidad (afortunadamente) muy diferente. La mayoría de las especies de arañas e insectos capturadas han respondido a los cambios introducidos por el hombre y continúan prosperando.
Sin embargo, no todas son buenas noticias ya que ha quedado claro que la biodiversidad de artrópodos disminuye drásticamente en lugares donde las temperaturas son más altas. La impermeabilización de suelos con hormigón y asfalto tuvo efectos contrapuestos: algunas especies lograron adaptarse bien, otras… no tanto.
En definitiva, los autores del estudio señalan que, para mantener o al menos no perder la biodiversidad existente, responsable de la salud de los ecosistemas, se debe dar prioridad al mantenimiento y creación de más zonas verdes en las ciudades, combinado con la reducción del uso de pesticidas.
Además, los responsables de la planificación urbana en las ciudades pueden crear infraestructuras que permitan el mantenimiento de los niveles de biodiversidad, como si fueran “nidos” donde se pueden reproducir diversas especies de artrópodos.
Referencia de la noticia:
Guzman, L. M. et al. Drivers of arthropod biodiversity in an urban ecosystem. Nature (2024).