¿Qué es el fenómeno de la isla de calor urbano y cuáles son sus efectos sobre la salud de las personas?
La isla de calor urbano es un fenómeno de origen térmico que se produce en poblaciones de cierto tamaño y que se está agravando debido al cambio climático, lo que tiene efectos sobre la salud.
El término “isla de calor” suele identificar a aquellas zonas urbanas con una importante cantidad de edificaciones, y que con ello, provoca que la temperatura del aire sea más elevada que la que se registra en las áreas rurales cercanas.
De acuerdo a un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), se explica que la temperatura media anual del aire en una ciudad de un millón de habitantes o más suele estar entre 1 a 12 °C más elevada que en las zonas rurales circundantes.
Además, se advierte que las islas de calor suelen afectar especialmente a la población durante el verano, al incrementar la demanda de energía, los costes del aire acondicionado, contaminación del aire, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.
El efecto de la isla de calor suele producir también más enfermedades y mortandad relacionadas al calor, y al mismo tiempo, influir negativamente sobre la calidad del agua. De acuerdo al organismo encargado de la protección ambiental, existen diversas estrategias de enfriamiento para las islas de calor.
Estrategias de enfriamiento
Con el fin de reducir las islas de calor en los centros urbanos, en muchas urbes se emplean una serie de estrategias, principalmente: incrementar la cobertura arbórea y de vegetación, instalar techumbres ecológicas, optar por la utilización de techos fríos (principalmente reflectantes de la radiación), emplear pavimentos fríos (ya sean permeables o reflectantes) y utilizar prácticas de desarrollo inteligente.
Vegetación contra el calor y la erosión
En relación a la vegetación, particularmente los árboles, ayudan a enfriar el entorno urbano, proporcionando sobra, así como eliminando el calor del aire, mediante la evapotranspiración. Las plantas más pequeñas, aunque no generan mucha sombra, ayudan en el enfriamiento del aire.
Por otra parte, las especies vegetales ayudan a reducir la erosión el suelo, pues la acumulación de agua, genera escorrentías, que con ayuda de las plantas retiene el suelo y aprovecha, en la medida de lo posible, el agua disponible. Los techos ecológicos, ayudan a reducir el calor acumulado en azoteas y techos.
Y es que, puede ser tan simple como permitir que una capa de plantas, crezca en el techo de una vivienda. Definitivamente, lo ideal será tener la asesoría de un experto para evitar que la acumulación humedad pueda generar complicaciones y / o filtraciones.
Techos ecológicos
Se estima que la temperatura de la superficie de un techo ecológico suele ser entre 1 a 4 °C más fresca que en la de otro convencional. Además, podrían reducir el valor de la temperatura ambiente de toda la urbe en hasta 15 °C. Emplear techos ecológicos puede reducir considerablemente el efecto de isla de calor, así como mejorar la gestión de las aguas de tormenta.
Los denominados techos fríos están elaborados a partir de materiales o recubrimientos, que reflejan considerablemente la luz solar y reducen considerablemente el calor en las edificaciones. Los techos ecológicos generan sombra, y además reducen la temperatura del suelo y aire circundantes.
Una techumbre de estas características transfiere menos calor al edificio que cubre, manteniéndolo más fresco y consumiendo menos energía para abastecer los aparatos de aire acondicionado
Pavimentos fríos
Este concepto es muy empleado en Estados Unidos. Un material de estas características está elaborado con aquellos que ayuden a reflejar más radiación solar, mejorar la evaporación o la infiltración del agua, o se modifican para que permanezcan más fríos que aquellos convencionales.
Emplear materiales de pavimentación fríos en la superficie de rodamiento, aceras y estacionamientos no solamente enfriará la superficie y el aire circundante, sino que también ayudará a reducir la cantidad de agua acumulada y las escorrentías de aguas de tormenta, así como mejor la visibilidad nocturna.
Los efectos en la salud
Las islas de calor influyen en la intensificación de eventos de calor extremo, como las olas de calor. En este mismo sentido, los investigadores han descubierto que, cuando una ola de calor golpea un territorio ya afectado por la isla de calor, los residentes pueden padecer enfermedades potencialmente mortales.
Entre otros síntomas, se puede reflejar mediante agotamiento, provocado este por la insolación, insomnio o el calor extremo. Los sectores más vulnerables a estos impactos son los niños en edades tempranas, los adultos mayores, poblaciones de bajos ingresos económicos, aquellos que tienen que trabajar al aire libre y las personas con problemas de salud.