Verano extremo en el hemisferio norte con calor, lluvias excepcionales, incendios forestales e inundaciones
El verano del hemisferio norte viene siendo realmente extremo. Las olas de calor han demostrado ser muy intensas y extensas, y una gran cantidad de récords de temperatura han caído. Por otro lado, se han observado tormentas extremas e incendios de gran escala.
Este verano 2023 está siendo un verano de extremos en en hemisferio norte. Condiciones peligrosas como calor intenso y lluvias devastadoras han afectado a amplias zonas del hemisferio norte en esta temporada. Este panorama ha causando importantes daños a la salud de la población y al medio ambiente. A ello se suma que las olas de calor marinas están afectando a grandes zonas del océano. Se espera que julio sea el mes más caluroso jamás registrado, un dato que solo resta ser finalmente confirmado.
En un informe del pasado 3 de agosto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), recuerda que China estableció un nuevo récord nacional de temperatura diaria en julio con 52,2 ºC, y se vio afectada por precipitaciones récord a principios de agosto. En julio se batieron numerosos récords de temperatura en estaciones de todo el mundo. A principios de agosto también se produjo una ola de calor invernal en algunas zonas de Sudamérica con temperaturas en el entorno de los 40 ºC.
Los incendios forestales causaron estragos y decenas de víctimas y obligaron a evacuar a miles de personas en Canadá y en zonas del Mediterráneo como Argelia, Grecia, Italia y España. En Canadá se ha registrado la peor temporada de incendios forestales de la historia, lo que ha afectado a la calidad del aire de millones de norteamericanos. En la actualidad arden incendios en el Ártico canadiense. El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) informó de que, a finales de julio, el total estimado de emisiones de carbono de los incendios forestales en lo que va de año duplicaba el total anual canadiense anterior.
Aumento en las emisiones producidas por incendios
El CAMS registró un aumento significativo de la intensidad y las emisiones de los incendios forestales en el Mediterráneo oriental durante la segunda quincena de julio, especialmente en Grecia. De acuerdo con los datos obtenidos, las emisiones de estos incendios forestales han sido las más elevadas para este periodo de tiempo en Grecia en los últimos 21 años.
La OMM también indica que las temperaturas de la superficie del mar han batido nuevos récords, con graves olas de calor marino en el Mediterráneo y frente a las costas de Florida. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) declaró que el actual estrés térmico en Florida no había sido tan alto tan pronto en la temporada desde que comenzaron los registros por satélite en 1985.
Un estudio sobre atribución del cambio climático publicado en julio pasado indica que sin el aporte inducido por la actividad humana, estos episodios de calor habrían sido extremadamente raros. En China se habrían producido una vez cada 250 años, mientras que en la región de Estados Unidos/México y en el sur de Europa habría sido prácticamente imposible que se produjera un calor máximo como el de julio de 2023 si los humanos no hubiéramos calentado el planeta.
Fenómenos extremos
Ante esta situación, ahora queda por delante ver cómo El Niño en desarrollo aumente aún más las temperaturas terrestres y oceánicas. Es un escenario que a muchos científicos preocupa, porque los eventos de este año todavía no están respondiendo a esta anomalía. Otros eventos preocupantes por su extensión e intensidad, son las olas de calor. Los expertos de la OMM explicaron en una rueda de prensa celebrada el 18 de julio que a menudo no se conoce el impacto total de una ola de calor hasta semanas o meses después.
Este año, por ejemplo, Figueres (Cataluña), registró un nuevo récord de temperatura de 45,4 °C el 18 de julio. Una estación de la isla italiana de Cerdeña registró 48,2 °C el 24 de julio. Estos datos ahora pasarán por una etapa de revisión para luego ser confirmados. Las cosas no fueron muy distintas en África. En Argelia y Túnez, la temperatura máxima más alta fue respectivamente de 48,7 °C (Dar El Beïda/Argel) y 49,0 °C (Túnez y Kairuán) el 23 de julio, mientras que en Irán alcanzaron los 50 ºC en los primeros días de Agosto.
Como ejemplo también ha sido la situación en Arizona, donde Phoenix tuvo un promedio de temperatura de 39,2 ºC en julio, de acuerdo a datos del National Weather Service (NWS). Álvaro Silva, experto de la división de servicios climáticos de la OMM señaló que "cada vez son más los estudios que demuestran la existencia de conexiones entre el rápido calentamiento y los patrones meteorológicos del Ártico y las latitudes medias, incluso en dinámicas atmosféricas como la corriente en chorro. La corriente en chorro se debilita cuando el aire cálido es transportado hacia el norte y el aire frío hacia el sur. En estas condiciones, se establecen patrones meteorológicos casi estacionarios que provocan olas de calor y sequías prolongadas en algunas regiones y fuertes precipitaciones en otras.