¿Vida extraterrestre o fraude mediático? Esto es lo que dicen las primeras pruebas a las momias de Perú

El misterio de los restos momificados "no humanos" encontrados en Perú se profundizó esta semana, con la publicación de un nuevo análisis de ADN que sugiere que el 30 % de su material genético no pertenece a ninguna especie conocida.

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Algunos defensores de la vida extraterrestre continúan afirmando que las momias son auténticas

El análisis, realizado por un equipo de científicos liderados por el polémico periodista y entusiasta de los ovnis José Jaime Maussan, encontró que el 30 % del ADN de las momias "no coincide con ningún otro registro genético conocido".

Sin embargo, el otro 70 % del ADN de las momias no ha sido identificado. Maussan argumentó que este hallazgo confirma que las momias "definitivamente no son humanas".

Los investigadores necesitan más pruebas para determinar la identidad de las momias. Una posibilidad es que sean restos de seres humanos prehispánicos con características físicas inusuales. Otra posibilidad es que sean fraudes elaborados con restos humanos modernos.

Estas momias habían sido presentadas en septiembre como dos cadáveres "no humanos" de aproximadamente 1.000 años de antigüedad y recuperados de unas minas de Cusco, Perú. Los investigadores también afirmaron que las figuras eran "auténticas", compuestas de un solo esqueleto y fueron exhibidas en cajas con ventanas.

Maussan regresó al Congreso esta semana con varios investigadores para confirmar que los extraterrestres son auténticos. "Tenemos un claro ejemplo de especímenes no humanos sin relación con ninguna especie conocida en nuestro planeta. El público tiene derecho a saber sobre la tecnología y los seres no humanos. Esta realidad une a la humanidad en lugar de dividirnos. No estamos solos en este vasto universo: deberíamos abrazar esta verdad", afirmó.

Las momias

Los cadáveres, encontrados en Cusco, Perú, reciben el nombre de Clara y Mauricio. Fueron descubiertos por un grupo de agricultores en una mina de diatomeas en las afueras de la ciudad. Las momias miden aproximadamente 1,5 metros de altura y tienen características físicas inusuales, como tres dedos en cada mano, cráneos alargados y torsos estrechos.

Se entregaron al investigador ufológico Jaime Maussan, quien las presentó al público en una conferencia de prensa en México. Fueron sometidas a pruebas de datación de carbono por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se determinó que tienen más de 1.000 años de antigüedad.

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Sin embargo, esta datación no prueba definitivamente el origen extraterrestre de las momias, como afirman algunos investigadores.

Por un lado, es posible que las muestras analizadas no sean representativas de las momias en su conjunto. Si las momias fueran fabricadas con materiales procedentes de antiguas momias prehispánicas, las muestras analizadas podrían dar una fecha de antigüedad similar.

Por otro lado, incluso si las momias fueran de origen extraterrestre, no hay garantía de que el carbono se disipe al mismo ritmo en su planeta de origen que en la Tierra.

¿Fraude?

Un equipo de investigadores rusos, liderados por el antropólogo Stanislav Drobyshevsky, publicó un estudio realizado a partir del análisis de imágenes de rayos X y fotografías de las momias. La investigación reveló que estas estaban compuestas de huesos de animales y humanos modificados.

Por ejemplo, el cráneo de otra de las momias, apodada "Josefina", estaba hecho de fragmentos de cráneo de un pequeño mamífero, mientras que sus costillas estaban compuestas de huesos tubulares de un pájaro.

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Josefina no solo tenía huesos modificados, sino que tenía huevos de reptil en su interior.

Los investigadores también encontraron que las articulaciones de las momias estaban mal colocadas, lo que hacía imposible que pudieran moverse. Por ejemplo, los huesos de la tibia de Josefina habían sido reemplazados por huesos del fémur, mientras que sus partes superiores rozaban contra el borde inferior de la pelvis.

La investigación reveló que estas estaban compuestas de huesos de animales y humanos modificados.

Los hallazgos del estudio ruso fueron corroborados por otros investigadores, incluidos el paleozoólogo Alexey Bondarev y el radiólogo peruano Luis González. González, quien fue contratado por Maussan para realizar un análisis de las momias, concluyó que estas eran "un montaje" y que "no tienen ningún valor científico".

En la actualidad, las momias de Nazca siguen siendo un tema de controversia. Algunos defensores de la existencia de vida extraterrestre continúan afirmando que las momias son auténticas, pero la evidencia científica disponible sugiere que se trata de un fraude.