El misterio solar que desconcertó a los científicos por décadas, cada vez más cerca de resolverse
Nuevas observaciones permiten visualizar por primera vez un fenómeno que podría explicar por qué la atmósfera externa del Sol es millones de grados más caliente que su superficie.

Cuando disfrutamos de un día soleado, la luz que nos baña proviene de la fotosfera del Sol, su brillante superficie que alcanza unos 5.800 grados Kelvin. Sin embargo, existe un misterio que ha desconcertado a los astrónomos durante décadas: la corona, la atmósfera externa del Sol, presenta temperaturas que superan el millón de grados Kelvin, mucho más que la propia superficie.
En la lógica de cualquier estrella, la temperatura debería disminuir a medida que uno se aleja del núcleo, donde se produce la fusión nuclear. ¿Por qué, entonces, la corona está tan sobrecalentada? Durante años, los científicos solo contaban con hipótesis y modelos teóricos, pero un reciente estudio aporta pruebas que podrían empezar a descifrar este fenómeno.
Ondas invisibles que calientan el Sol
Una de las razones que ayuda a entender este comportamiento es la baja densidad de la corona. Para los estándares terrestres, sería prácticamente un vacío, y esa rarefacción facilita que se caliente más fácilmente que las capas densas de la fotosfera.

Hasta ahora, dos grandes teorías intentaban explicar el calentamiento coronal: la reconexión magnética y las ondas de Alfvén.
La reconexión ocurre porque el Sol, al rotar, deforma sus campos magnéticos; estos, con el tiempo, se reorganizan violentamente, liberando grandes cantidades de energía, algo parecido a romper una banda elástica estirada. Sin embargo, los cálculos demostraron que este fenómeno no alcanza para justificar por sí solo las extremas temperaturas.
Por eso, la atención se centró en las ondas de Alfvén: vibraciones de baja frecuencia producidas por iones que, al interactuar con los campos magnéticos, transfieren energía de manera constante a la atmósfera solar. Estas ondas eran una posibilidad teórica... hasta ahora.
Una mirada inédita gracias a un telescopio de vanguardia
Un equipo de investigadores, utilizando el espectropolarímetro criogénico de infrarrojo cercano (Cryo-NIRSP) del Telescopio Solar Inouye, logró por primera vez capturar imágenes directas de las ondas de Alfvén en la corona.
Aunque estas ondas de alta frecuencia no transportan tanta energía individualmente, su presencia indica que el campo magnético del Sol transfiere energía de manera mucho más eficiente de lo que se pensaba. Esta evidencia robustece significativamente la hipótesis de que las ondas de Alfvén son el mecanismo principal del sobrecalentamiento de la corona.
Un paso más cerca de resolver un viejo enigma
El hallazgo cambia la perspectiva de las ondas de Alfvén, de ser un mero "posible" a un "probable" culpable del calentamiento coronal.
Aunque aún serán necesarias más observaciones para confirmar definitivamente el proceso, la capacidad actual de visualizar directamente estos fenómenos marca un antes y un después en la astrofísica solar.
Resolver este misterio no solo profundiza nuestro conocimiento del Sol, sino que también podría mejorar nuestra comprensión de otros fenómenos espaciales y ayudar a proteger la tecnología terrestre de las inclemencias del clima espacial.
Referencia de la noticia:
Morton, Richard J., et al. "High-frequency coronal Alfvénic waves observed with DKIST/Cryo-NIRSP." The Astrophysical Journal 982.2 (2025): 104.