Alimentación saludable, ¿qué beneficios nos aportan los frutos rojos o bayas?
Son un excelente acompañamiento en nuestro desayuno. Actualmente, las podemos encontrar en diversos productos y formatos. Sácale el mayor provecho para tu salud a las bayas de tu país.
En Canadá, Estados Unidos, Rusia y algunos países de Europa, el consumo de bayas o frutos rojos es parte de los hábitos alimenticios diarios y se estima que el mercado global crezca en un 2% de aquí al año 2025. Por lo general, las bayas se consumen como frutas frescas, pero también están ampliamente disponibles muchos productos, en los que las bebidas y los dulces han crecido considerablemente los últimos años.
En este enfoque, el estudio "Berry polyphenols and human health: evidence of antioxidant, anti-inflammatory, microbiota modulation, and cell-protectind effects", publicado en Science Direct, se propuso como objetivo principal discutir algunos temas relevantes para nuevas investigaciones que podrían beneficiar la industria y mejorar la economía local donde se encuentran las bayas.
Por lo tanto, la difusión de los estudios ya realizados con estas frutas de importancia estratégica puede estimular nuevas líneas de investigación para consolidar este campo y definir lo que aún se demanda en la literatura sobre las bioactividades, la cantidad y el patrón general de consumo recomendado de las bayas en una dieta habitual.
Cabe mencionar que el origen geográfico de una determinada especie de baya afecta el perfil y la cantidad de compuestos bioactivos sintetizados. Los factores ambientales incluyen el tipo de suelo, el estrés hídrico, las condiciones climáticas, la exposición a la luz solar, el estiércol aplicado, las prácticas de fertilización y el tiempo de cosecha.
Sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios te sorprenderán
Las frutas como las bayas pueden ser un componente importante dentro de una dieta saludable, debido a su gran contenido de ácidos fenólicos y flavonoides, compuestos que ejercen una actividad antioxidante. Por ejemplo, dentro de las referencias del estudio se revela que la suplementación con 30 g de frambuesa negra liofilizada durante cuatro semanas en hombres fumadores disminuyó el estrés oxidativo inducido por el humo del cigarrillo.
El consumo de jugo de arándano y manzana durante 21 días resultó en una disminución del 30 % en los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) y aumentó hasta en un 20 % el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés). En otra referencia, observaron que la ingesta de arándanos (150 g/día) durante 6 meses en adultos con sobrepesos y obesos elevó el colesterol HDL, proponiendo que se puede presentar una reducción entre 12% y 15% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares con el consumo diario de arándanos.
Además, el consumo regular de arándanos tiene una potente actividad contra la inflamación hepática inducida por una dieta alta en grasa y contra el hígado graso no alcohólico. Se ha observado que esta baya puede reducir en un 33% el área inflamada y disminuir en un 29% el tamaño de las gotas de lípidos.
Las evidencias respaldan la capacidad de las bayas y sus productos derivados para conferir propiedades que ejercen favorables beneficios antiinflamatorios. No obstante quedan varias preguntas para proporcionar recomendaciones dietéticas específicas, incluida la dosis óptima, el modo de administración, el momento y la frecuencia de la ingesta en diferentes poblaciones.
Los aportes de las bayas para tener una buena digestión
La microbiota intestinal comprende bacterias, hongos, virus, protozoos y arqueobacterias presentes en el tracto intestinal. Una dieta rica en carbohidratos, grasas y proteínas de origen animal, combinada con un bajo consumo de fibra, puede disminuir la presencia de microbiota beneficiosa.
Algunos efectos beneficiosos del consumo de bayas están relacionados con el crecimiento más pronunciado de bacterias beneficiosas en el intestino, como los probióticos. Los estudios han demostrado un efecto contra la obesidad, donde el consumo de arándanos, frambuesas negras y arándanos rojos aumentó el recuento de Bifidobacterium, algunas subespecies de Lactobacillus, lo cual fue efectivo contra este tipo de enfermedad.
Finalmente, el estudio sugiere el requerimiento de más datos para comprender los mecanismos de acción mediante ensayos clínicos que utilicen diferentes características como sexo, edad y preexistencia de enfermedades. De esa manera se podrá revelar nueva información sobre la bioactivdad de las bayas. Estos resultados y evidencias serán la base para un posible aumento en su consumo, lo que puede impulsar a las empresas de producción primarias de bayas y procesadoras a desarrollar y optimizar los procesos.