Así en el Ártico como en la Antártida: el volumen de hielo en los polos se acerca a mínimos históricos este año

Lo que ya es una realidad respaldada por datos, este año vuelve a confirmarse. Los mínimos de hielo marino en la Antártida y el Ártico siguen en torno de mínimos históricos. Esta tendencia que antes era más notoria en el norte, ahora se ha establecido a nivel general en la Antártida.

Hielo en la Antártida
Concentración de hielo en la Antártida este 2024 en comparación con el período 1981-2010. Fuente: NOAA/ NSIDC.

Sobre esta noticia ya hemos escrito en varias oportunidades. Pero es que ahora nuevos datos refuerzan todas las especulaciones anteriores y efectivamente el hielo marino del Ártico y la Antártida se acerca a mínimos históricos.

El hielo marino del Ártico retrocedió hasta mínimos casi históricos en el hemisferio norte en el último verano de ese hemisferio, y probablemente se corroborará que se haya derretido hasta su extensión mínima anual el 11 de septiembre, según investigadores de la NASA y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC). El descenso continúa la tendencia que lleva décadas de reducción y adelgazamiento de la capa de hielo en el océano Ártico.

Las mediciones del espesor del hielo recopiladas con altímetros espaciales han descubierto que gran parte del hielo más antiguo y grueso ya se ha perdido. Una nueva investigación del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA muestra que en el Ártico central, lejos de las costas, el hielo marino otoñal ahora ronda los 1,3 metros de espesor, por debajo del pico de 2,7 metros en 1980.

La cantidad de agua marina congelada en el Ártico fluctúa durante el año a medida que el hielo se descongela y vuelve a crecer entre estaciones. Los científicos trazan estos cambios para construir una imagen de cómo responde el Ártico a lo largo del tiempo al aumento de las temperaturas del aire y del mar y a las temporadas de derretimiento más prolongadas, tal como relata Earth Observatory de NASA. Durante los últimos 46 años, los satélites han observado tendencias persistentes de mayor derretimiento en verano y menor formación de hielo en invierno.

En condiciones normales el hielo que se pierde en verano se debería recuperar en invierno, pero esto no se está observando si se analizan series más largas que una sola temporada. El seguimiento de los cambios en el hielo marino en tiempo real ha revelado impactos de amplio alcance, desde pérdidas y cambios en el hábitat de la vida silvestre polar hasta impactos en las comunidades locales del Ártico y las rutas comerciales internacionales.

La misma historia en el norte y en el sur

Este año, el hielo marino del Ártico se redujo a una extensión mínima de 4,28 millones de kilómetros cuadrados. Eso es aproximadamente 1,94 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio de finales de verano de 1981 a 2010 que era de 6,22 millones de kilómetros cuadrados. La diferencia en la capa de hielo abarca un área más grande que el estado de Alaska, o un 70 % de la Patagonia. La extensión del hielo marino se define como el área total del océano con al menos un 15 por ciento de concentración de hielo.

Hielo en Antártida
Marcha de la extensión de hielo sobre la Antártida entre 2023 y 2024 comparado con la serie histórica 1980-2010. Fuente: NOAA/NSIDC

Por su parte, si miramos hacia el sur, el hielo marino en las regiones polares del sur del planeta también fue bajo en 2024. Alrededor de la Antártida, los científicos rastrearon un hielo marino casi récord en un momento en el que debería haber estado creciendo ampliamente durante los meses más oscuros y fríos del hemisferio sur. El hielo que rodea al continente probablemente alcanzó su extensión máxima para el año el 19 de septiembre de 2024, cuando el crecimiento se estancó en 17,16 millones de kilómetros cuadrados.

El máximo de este año fue el segundo más bajo en el registro satelital y se mantuvo por encima del mínimo invernal récord de 16,96 millones de kilómetros cuadrados establecido en septiembre de 2023. La extensión máxima promedio entre 1981 y 2010 fue de 18,71 millones de kilómetros cuadrados para poder comparar este valor. El magro crecimiento en 2024 prolonga una reciente tendencia a la baja. Antes de 2014, el hielo marino en la Antártida aumentaba ligeramente alrededor de un 1 por ciento por década. Después de un pico en 2014, el crecimiento del hielo ha disminuido drásticamente. Los científicos están trabajando para comprender la causa de esta reversión. La pérdida recurrente sugiere un cambio a largo plazo en las condiciones en el Océano Austral, probablemente como resultado del cambio climático global.

La pérdida de hielo se retroalimenta

Walt Meier, un científico del hielo marino en NSIDC indicó que “si bien los cambios en el hielo marino han sido dramáticos en el Ártico durante varias décadas, el hielo marino antártico se mantenía relativamente estable. Pero eso ha cambiado. Parece que el calentamiento global ha llegado al Océano Austral”. Por las dimensiones de la Antártida y su orografía, los cambios son muchos más lentos que en el polo opuesto en el norte.

Hielo en el Artico
Extensión de hielo sobre el Ártico en 2023 y 2024 comparado con la serie histórica 1981-2010. Fuente: NOAA/NSIDC

Tanto en el Ártico como en la Antártida, la pérdida de hielo hace que esa tendencia se agrave con el tiempo. Esto se debe a que, si bien el hielo marino brillante refleja la mayor parte de la energía del Sol hacia el espacio, el agua del océano abierto absorbe el 90 por ciento de ella. Al estar más océano expuesto a la luz solar, las temperaturas del agua aumentan, lo que retrasa aún más el crecimiento del hielo marino. Este ciclo de calentamiento reforzado se denomina retroalimentación del albedo del hielo.

Los expertos señalan que en general, la pérdida de hielo marino aumenta el calor en el Ártico, donde las temperaturas han aumentado aproximadamente cuatro veces el promedio mundial. Una observación de rutina de las anomalías de temperatura permiten observar cómo es en esa zona del planeta donde son más notorios los aumentos de temperatura. Nathan Kurtz, jefe del Laboratorio de Ciencias Criosféricas del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA indica que “hoy en día, la abrumadora mayoría del hielo en el Océano Ártico es hielo más delgado, de primer año, que es menos capaz de sobrevivir a los meses más cálidos. Hay mucho, mucho menos hielo que tenga tres años o más ahora”.