Bloqueadores solares que nos protegen la piel sin contaminar el medio ambiente
Los bloqueadores o filtros solares nos protegen de contraer cáncer de piel, pero algunos contaminan nuestros océanos y perjudican a los ecosistemas marinos. Te contamos cuáles son amigables con tu piel y también con el medio ambiente.
Desde comienzos de los años setenta se ha detectado en todo el mundo un pronunciado incremento de la incidencia de cánceres de piel en poblaciones de piel clara, estrechamente vinculado a las costumbres personales de exposición al Sol y a su componente ultravioleta (UV), así como a la percepción social de que el bronceado es deseable y saludable, que como sabemos, luego de años de investigación, es una apreciación completamente incorrecta. Broncear la piel sin protección enferma gravemente a nuestro cuerpo.
Desde que los científicos corroboraron los efectos nocivos de la radiación UV proveniente del Sol sobre nuestra piel y ojos, las autoridades nacionales-locales y también no gubernamentales, realizan un profundo trabajo a través de actividades de prevención del cáncer de piel, así como por los centros de meteorología mundial (WMO) y nacionales (SMN), y los medios de comunicación que informan sobre el Índice Ultravioleta (IUV).
Ya sabemos que debemos cuidarnos del Sol respetando horarios y tiempo de exposición y por supuesto con el uso de bloqueadores solares, pero a raíz de esta medida preventiva surge una nueva preocupación vinculada, y es que la mayoría de los protectores/cremas solares contaminan y dañan a nuestros ecosistemas, e incluso repercuten negativamente en otro aspecto de la salud.
Una vez identificados los químicos que dañan severamente al medio ambiente, se trabaja en sustancias de reemplazo que cumplan la función de bloqueador de radiación UV sin contaminar. Así es como se encuentra en total desarrollo la nueva generación de bloqueadores solares que, protegen la salud y también el medio ambiente.
El daño que provocan algunos bloqueadores solares
Las cremas o protectores solares que se volvieron extremadamente necesarios para preservar la salud de nuestra piel, incluyen compuestos basados en filtros solares o filtros ultravioleta para bloquear los rayos perjudiciales del Sol.
El problema es que estas cremas terminan inevitablemente depositadas en nuestras aguas. Se estima que unas 25 mil toneladas de crema solar llegan a los océanos del mundo anualmente, según afirma la organización medioambiental Green Cross.
Se han realizado múltiples trabajos de investigación sobre cómo algunos componentes químicos de los bloqueadores solares terminan dañando ecosistemas marinos y de agua dulce, sobre todo enfocados en la oxibenzona y el octilmetoxicinamato. Ambas causan alteraciones en el medio y provocan trastornos hormonales y reproductivos en las especies marinas, como las barreras de coral que se ven especialmente afectadas, aseguran desde NatGeo.
Según un estudio del Programa de la ONU para el Medioambiente y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), casi el 80% de los corales del Caribe ha desaparecido en los últimos 50 años.
En 2020, un estudio publicado en la revista científica Science Direct encontró filtros ultravioleta en varios niveles de la cadena alimentaria. Los investigadores alertaron que, al igual que ocurre con los microplásticos, estas sustancias podrían estar en los alimentos que consumimos a diario y llegar incluso a ¡nuestro torrente sanguíneo!
Se han desarrollado métodos analíticos para la cuantificación de los daños en diferentes matrices ambientales, pero “existe una falta de información sobre estos compuestos en cuanto a su destino y comportamiento en el medio marino y, en concreto, sobre su bioacumulación y toxicidad en especies acuáticas���, explican expertos.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) encontró estas sustancias incluso en los huevos de las aves silvestres de Doñana (que es una reserva ecológica europea). “Este hallazgo es relevante porque demuestra que, si está en el huevo, antes de que el ave se haya desarrollado y se haya expuesto al medio ambiente, es porque la madre ha transferido el contaminante antes de la puesta”, explican.
Uno de los mayores riesgos es que estas sustancias pueden causar problemas hormonales porque son disruptores endocrinos y, por tanto, afectan a la capacidad para reproducirse de las especies, lo que empeora la frágil situación de la biodiversidad global muy amenazada ya por la actual crisis climática.
Bloqueadores solares: peligrosos contaminantes emergentes
Algunos filtros solares pertenecen al grupo de los llamados “contaminantes emergentes”, junto con ciertos fármacos, productos cosméticos, de higiene y cuidado personal, etc., que terminan llegando hasta los ecosistemas costeros a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Lamentablemente aún hay muy poca (o nula) legislación sobre estos “nuevos” contaminantes. No contamos con mediciones ni protecciones específicas para estudiar estas sustancias a través de su motorización en los ecosistemas acuáticos, la mayoría de estos elementos llegan a nuestros océanos a través de los vertidos, ya que las depuradoras no están preparadas para su eliminación, pero en el caso de los bloqueadores solares su llegada es aún más rápida. Al tomar un baño luego de aplicarlo en nuestra piel, resulta ser este el canal de ingreso directo a los ecosistemas acuáticos.
La ecotoxicóloga Araceli Rodríguez Romero, en diálogo con NatGeo afirma que:
Diversos informes de la Iniciativa de la Water Joint Programming Initiative, la Unión Europea y la Unesco, advierten que la presencia de estos contaminantes emergentes en el agua va en fuerte incremento.
Tipos de filtros solares: contaminantes vs. no contaminantes
Los conocidos como “filtros químicos” son aquellos que, te protegen muy bien absorbiendo la radiación solar, permiten dentro de la industria una mayor variedad de texturas más ligeras y muy recomendadas por virtudes extra para el cuidado de nuestra piel, y también del medio ambiente ya que filtros químicos no es sinónimo de filtros contaminantes.
No todos los filtros químicos son perjudiciales para los ecosistemas marinos, pero los resultados de estudios científicos, como detallábamos anteriormente, dan claras señales de que debemos evitar a aquellos que contienen oxibenzona y octocrileno, porque pueden frenar el crecimiento de los corales, y también provocarnos reacciones alérgicas.
Por otro lado, los llamados protectores solares 'ocean fiendly' o 'reef friendly', son aquellos biodegradables que respetan el ecosistema marino y que no contienen ingredientes que puedan perjudicar a los corales.
Estos están creados a partir de los filtros solares minerales con óxido de zinc y dióxido de titanio y sin nanopartículas. Estos “filtros minerales”, son bloqueadores solares naturales que protegen reflejando la luz desde la superficie, sin llegar a ser absorbidos por la piel.
Algunos cuentan además con la ayuda de un activo súper innovador, el Arabian Cotton, que es un activo natural que se extrae de las células madre del Algodón Árabe, y su función es reforzar el propio mecanismo de defensa de las células de nuestra piel contra el fotoenvejecimiento, dejando la piel protegida de la radiación UVA, UVB, IR (Infrarroja) y HEVis (Luz Azul).
Recordemos que las nanopartículas son partículas microscópicas que pueden ser consumidas o absorbidas por la vida marina (corales, peces y flora acuática), Si tu bloqueador solar (químico o mineral) no contiene nanopartículas, es más seguro y saludable tanto para la piel como para la fauna marina.