Donar sangre es más que un acto de amor al prójimo: según un estudio, la donación frecuente puede prevenir la leucemia
Un estudio relaciona la donación frecuente de sangre con una mejor producción de glóbulos rojos y reduce las mutaciones genéticas que predisponen a la leucemia.

"Salvar vidas es increíble. Regala vida, regala sangre".
Esta es una de las frases que destaca la importancia de donar sangre. De hecho, cada 14 de junio, y a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, con el fin de agradecer a los donantes voluntarios no remunerados y promover la toma de conciencia sobre la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus productos.
La sangre no se puede fabricar, solo se consigue mediante personas solidarias dispuestas a donarla. En muchos países los hombres pueden donar hasta 4 veces en un año y 3 veces las mujeres, siempre con un intervalo mínimo entre donaciones de 2 meses. Y según un reciente estudio, donar sangre con esta máxima frecuencia también beneficia a la salud del donante.
Una reciente investigación llevada a cabo por científicos del Instituto Francis Crick de Londres, han logrado identificar las adaptaciones genéticas predominantes en la sangre de donantes frecuentes, hallando que estas se asocian con una mejor producción de glóbulos rojos. Para los investigadores este es un resultado fascinante, y afirman que este mecanismo podría ayudar a comprender el proceso de desarrollo de cánceres sanguíneos.
Beneficios de donar sangre con frecuencia
Según informó el Instituto Francis Crick, se analizaron los datos preexistentes de una base de más de doscientos hombres sanos de entre 60 y 72 años de Alemania. Aquellos individuos que habían donado sangre más de 100 veces a lo largo de su vida, presentaron una mayor probabilidad de tener células sanguíneas con mutaciones genéticas beneficiosas, lo que podría reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer de sangre.
Este hallazgo está basado en un análisis genético de los 217 donantes, a los que se comparó con las muestras de 212 hombres de una edad similar que habían donado sangre menos de 10 veces. Los investigadores hallaron un nivel similar de mutaciones genéticas en los dos grupos (217 en los donantes frecuentes y 212 en los irregulares), pero el tipo de mutación predominante era diferente.

Los resultados fueron contundentes: los donantes frecuentes tenían una mayor prevalencia de mutaciones en un gen llamado DNMT3A, asociado con un crecimiento celular más saludable, que los que donaron menos veces o ninguna. De acuerdo con los investigadores, estas mutaciones parecen ser estimuladas por la producción de una hormona llamada eritropoyetina (EPO), que el cuerpo genera tras la pérdida de sangre, para promover su creación.
Este hallazgo abre nuevas perspectivas sobre los efectos positivos de donar sangre, ya que los investigadores analizaron el probable impacto de estas mutaciones en la prevención de enfermedades como la leucemia.
Un futuro prometedor
El estudio pudo determinar que, con las transfusiones, las células con mutaciones beneficiosas no solo crecieron más rápido, sino que también demostraron ser más eficaces en la producción de glóbulos rojos. Esto sugiere que estas mutaciones podrían suprimir el crecimiento de células cancerosas, aunque los investigadores advierten que se necesitan más estudios para confirmar esta hipótesis.
El estudio plantea además, preguntas sobre cómo estas mutaciones podrían ser aprovechadas en el futuro para desarrollar tratamientos contra enfermedades hematológicas.

De hecho, se plantea estudiarlo en mujeres, ya que los datos preexistentes que les ofreció la Cruz Roja de Alemania eran sólo de hombres. Para Héctor Huerga Encabo, Investigador posdoctoral y autor principal del estudio, la menstruación puede tener un efecto sobre la sangre similar a la donación, pues también desencadena la producción de EPO. Si bien por ello será más complejo el análisis, ya que es difícil medir bien la sangre que se pierde, el interés de ampliar el estudio a las mujeres permitirá establecer si se incrementa aún más la mutación beneficiosa.
Por ahora, los investigadores continúan explorando el impacto de estas mutaciones en diferentes contextos, con la esperanza de comprender mejor los mecanismos detrás de estos beneficios potenciales. Los resultados son prometedores.
Referencia de la noticia:
Darja Karpova, Hector Huerga Encabo, Elisa Donato et. al; Clonal Hematopoiesis Landscape in Frequent Blood Donors. Blood 2025; blood.2024027999.