El consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer, advierten expertos internacionales
Una nueva alerta destaca la relación entre el consumo de alcohol y un mayor riesgo de cáncer, incluso en cantidades moderadas. El comunicado refuerza la necesidad de un etiquetado más explícito en las bebidas alcohólicas para concientizar a la población.
Recientemente, el Cirujano General de Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy, emitió un comunicado denotando el impacto del consumo excesivo de alcohol en el aumento del riesgo de cáncer. Según el documento, el alcohol es el tercer factor de riesgo prevenible de la enfermedad, sólo detrás del tabaco y la obesidad. A pesar de la evidencia científica acumulada durante décadas, menos de la mitad de la población norteamericana es consciente de esta relación, lo que convierte la concientización en una prioridad de salud pública.
El informe destaca que el alcohol está asociado con al menos siete tipos de cáncer, entre ellos el de mama, hígado, colon, boca, esófago, garganta y laringe. Incluso en pequeñas cantidades, como una bebida al día, el riesgo de desarrollar estas enfermedades puede aumentar significativamente. En 2022, Canadá actualizó sus directrices para limitar el consumo de alcohol a un máximo de dos tragos por semana, ejemplo citado como referencia para otros países.
¿Cómo causa cáncer el alcohol?
El alcohol está clasificado desde 1988 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) como carcinógeno del grupo 1, reservado para sustancias con mayor evidencia de impacto cancerígeno. Cuando se ingiere, el alcohol se metaboliza en el cuerpo, dando como resultado la producción de acetaldehído, una sustancia altamente tóxica que puede dañar el ADN y promover mutaciones celulares.
Además, el consumo de alcohol aumenta el estrés oxidativo y reduce la capacidad del cuerpo para reparar el daño del ADN, factores que contribuyen al desarrollo de tumores. También juegan papeles relevantes la inflamación crónica provocada por el alcohol y los cambios en la microbiota intestinal, especialmente en el caso del cáncer colorrectal.
En las mujeres, el alcohol se asocia con niveles elevados de estradiol, aumentando el riesgo de cáncer de mama, especialmente en las mujeres posmenopáusicas. Estos mecanismos están bien documentados por estudios científicos publicados en las últimas décadas.
Impactos en la salud pública
En Estados Unidos, se estima que el alcohol está relacionado con más de 100.000 casos de cáncer y 20.000 muertes al año. Las cifras son impresionantes, especialmente si se comparan con las 13.500 muertes asociadas a accidentes de tráfico relacionados con el alcohol, que reciben mucha más atención pública.
En Brasil, los costos relacionados con el consumo de alcohol alcanzaron 18,8 mil millones de reales en 2019, según Fiocruz. Este monto incluye gastos en el Sistema Único de Salud (SUS) y pérdidas de productividad por muertes prematuras y bajas por enfermedad, pero no considera costos en la salud privada, subestimando el impacto total.
El Cirujano General de Estados Unidos sostiene que medidas como la inclusión de etiquetas de advertencia explícita en los envases de bebidas alcohólicas son esenciales para informar a la población. En países como Canadá ya se han implementado cambios similares. Sin embargo, en Europa, las propuestas para reducir el consumo han enfrentado la resistencia de los grupos de presión de la industria de bebidas alcohólicas, particularmente del sector vitivinícola.
A pesar de la evidencia, el vínculo entre el alcohol y el cáncer aún es en gran medida desconocido o ignorado debido a la presión de la industria de bebidas y la normalización del consumo de alcohol en la sociedad. Las campañas publicitarias suelen asociar la bebida con momentos de felicidad y celebración, moldeando la percepción pública y minimizando los riesgos.
El comunicado del Cirujano General busca contrarrestar esta narrativa y dotar a la población de información confiable, destacando que el consumo de alcohol es un factor de riesgo modificable. Es posible que las personas no controlen su genética, pero pueden decidir sobre sus hábitos de bebida.
Recomendaciones ante la desinformación
Además de las etiquetas de advertencia, el informe sugiere revisar los límites de consumo recomendados, considerando el riesgo de cáncer. Se anima a los médicos y profesionales sanitarios a informar a los pacientes sobre los peligros del alcohol y a promover la detección y el tratamiento cuando sea necesario.
La advertencia norteamericana ofrece una oportunidad para repensar las políticas públicas en países donde el consumo de alcohol es parte integral de la cultura. La información sobre los riesgos asociados puede empoderar a las personas en sus decisiones y reducir la carga de las enfermedades relacionadas con el alcohol.