Insólito: ¿y si tu orina pudiera ayudar a reciclar las baterías de los automóviles eléctricos?

Los científicos han descubierto un nuevo disolvente a base de orina para extraer metales preciosos de las baterías usadas, lo que podría revolucionar el reciclaje.

orina batería litio
El nuevo disolvente desarrollado por investigadores de la Universidad de Linneaus (Suecia) y el Instituto Indio de Tecnología se compone principalmente de orina y ácido acético.

Un reciente descubrimiento podría revolucionar el reciclaje de las baterías de los coches eléctricos. Este nuevo método, en el que interviene la orina, no sólo podría ofrecer una alternativa ecológica a la minería, sino que también promete reducir considerablemente los costes.

Un disolvente líquido a base de orina y ácido acético

Los vehículos eléctricos están cada vez más extendidos, pero la gestión respetuosa con el medio ambiente de sus baterías también se está convirtiendo en una cuestión importante para la industria.

Sin embargo, un método revolucionario desarrollado por investigadores de la Universidad Linnaeus de Suecia y el Instituto Indio de Tecnología de Madrás podría transformar nuestro planteamiento del reciclado de las baterías de iones de litio.

En la revista científica ACS Omega, unos investigadores anuncian que han desarrollado un disolvente líquido a base de orina y ácido acético (el principal componente del vinagre) capaz de extraer eficazmente metales preciosos de las baterías usadas.

Según el estudio, este nuevo método puede recuperar hasta el 97 % del cobalto, uno de los principales componentes de las pilas de litio, utilizando sustancias químicas inocuas para el medio ambiente y menos energía que los métodos tradicionales de reciclado.

El impacto ambiental de este nuevo método es, por tanto, especialmente significativo. Poder extraer estos metales preciosos de las pilas usadas reduce la necesidad de explotar nuevos yacimientos de materiales como el litio, el cobalto y el cobre, cuya extracción suele ir acompañada de importantes daños medioambientales.

Por tanto, esta técnica permite reducir considerablemente la huella ecológica de la producción de baterías, un parámetro que últimamente es objeto de un debate cada vez más intenso.

Además de los beneficios medioambientales, este revolucionario método también podría reducir los costes asociados a la adquisición de nuevas materias primas mediante el simple uso de materiales ya existentes a través del reciclaje de baterías. Con el tiempo, esta reducción de costes también podría reflejarse en el precio de los vehículos eléctricos, haciéndolos más asequibles y fomentando su adopción más generalizada.

¿Una revolución en la industria de los vehículos eléctricos?

La industria de los vehículos eléctricos se enfrenta actualmente a importantes retos en cuanto a la durabilidad de sus componentes. Esto es especialmente cierto en el caso de las baterías, debido a su compleja composición y, sobre todo, a la dificultad de reciclar algunos de sus materiales. Este nuevo método de reciclaje podría revolucionar el sector y garantizar su viabilidad a largo plazo.

No obstante, la aplicación de este método de reciclaje basado en la orina, aunque innovador, no está exenta de retos futuros. En el futuro, tendrá que ser aceptado por la industria de los vehículos eléctricos, es decir, tendrá que integrarse en los procesos de los sistemas de reciclaje existentes y, sobre todo, ampliarse a esta industria en auge, lo que requerirá esfuerzos de colaboración entre investigadores, fabricantes y responsables de la toma de decisiones.

También serán necesarios más estudios para evaluar el impacto a largo plazo del uso de este tipo de disolvente en la calidad y fiabilidad de los materiales extraídos. Si los materiales se alteran demasiado, este método podría crear un nuevo problema de durabilidad, algo que la industria del vehículo eléctrico no necesita.

En cualquier caso, este disolvente a base de orina y ácido acético ofrece una perspectiva potencialmente revolucionaria en este campo, tanto desde el punto de vista medioambiental como económico. Aunque sus componentes sean, cuando menos, inesperados, bien podría permitir que el uso de vehículos eléctricos se generalizara realmente en el futuro, lo que no podría ser mejor noticia para nuestro planeta.