La hierba que alivia el dolor, es antiinflamatoria y está en todas las cocinas

Aunque es conocido por su inconfundible aroma y sabor, este pequeño ingrediente esconde un gran poder antiinflamatorio que puede aliviar dolores articulares.

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Un clásico de la gastronomía mediterránea con una historia que se remonta a siglos atrás.

Es verde, tiene un sabor intenso y ligeramente picante, y es el toque final indispensable que debe llevar toda buena pizza. Sí, es el orégano. Que además de ser uno de los condimentos más utilizados en la cocina mediterránea y argentina, es un verdadero tesoro para la salud.

Desde aliviar dolores articulares hasta combatir infecciones, esta aromática se ha ganado su lugar en la medicina natural.

Pequeña hierba, grandes beneficios

El secreto del orégano no está solo en su sabor, sino en su potente combinación de compuestos bioactivos. Entre los más importantes están el carvacrol y el timol, dos sustancias con propiedades antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Estos compuestos actúan reduciendo el estrés oxidativo en el cuerpo y bloqueando procesos inflamatorios que pueden generar dolor y rigidez en las articulaciones.

Además, el orégano contiene ácidos fenólicos y flavonoides, que ayudan a combatir los radicales libres y a proteger las células del daño. Estos antioxidantes son clave para prevenir enfermedades crónicas y fortalecer el sistema inmunológico.

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El orégano no solo aporta sabor, sino que también esconde propiedades beneficiosas para la salud.

Pero uno de los descubrimientos más interesantes sobre el orégano es la presencia de beta-cariofilina (E-BCP), un compuesto que se une a los receptores cannabinoides CB2 del cuerpo. ¿Qué significa esto? Básicamente, que el orégano puede actuar de manera similar a los cannabinoides naturales del cuerpo, ayudando a reducir la inflamación sin los efectos psicoactivos que se asocian al cannabis.

Estudios han demostrado que este compuesto puede ayudar a tratar trastornos inflamatorios como la artrosis, la osteoporosis e incluso enfermedades cardiovasculares.

Más que una especia: cómo consumirlo para aprovechar sus beneficios

Si bien espolvorear orégano en las comidas es una excelente idea, hay otras formas de aprovechar al máximo sus propiedades medicinales:

Infusión de orégano: perfecta para aliviar la digestión y calmar la inflamación. Solo se necesita una cucharadita de hojas secas en una taza de agua caliente. Dejarla reposar unos minutos y beberla como un té.

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No solo para la pizza: el orégano en la medicina natural y la ciencia moderna.

Aceite esencial de orégano, un concentrado de beneficios: se puede aplicar diluido en la piel para aliviar dolores musculares o inhalar para mejorar la respiración. También existe en cápsulas, ideales para reforzar el sistema inmunológico.

Orégano en polvo o fresco: agregarlo a las comidas favoritas no solo realza el sabor, sino que también aporta sus propiedades antibacterianas y antioxidantes.

Sin embargo, hay que usarlo con moderación y siempre con supervisión de un especialista. El aceite esencial es muy potente y debe diluirse antes de aplicarlo en la piel. Además, las personas alérgicas a la menta o la albahaca podrían tener reacciones al orégano, ya que pertenecen a la misma familia de plantas.

El orégano es mucho más que un simple condimento. Es un remedio natural que, con el uso adecuado, puede ayudar a aliviar dolencias y fortalecer la salud. Así que la próxima vez que lo veas en tu cocina, recordá que es un pequeño pero poderoso aliado.