La importancia de los manglares, barrera protectora de las zonas costeras tropicales
Estos árboles se encuentran entre las esponjas de carbono más eficientes del planeta. Una hectárea de bosque de manglares puede absorber tanto carbono como cuatro hectáreas de selva tropical.
El manglar es una formación vegetal compuesta por diversas plantas, principalmente leñosas, de diferentes especies, que se desarrolla en las costas bajas de las costas marinas tropicales, en particular en la zona periódicamente sumergida por la marea.
Juegan un papel fundamental en el mantenimiento de las zonas costeras tropicales, ya que previenen los efectos de la erosión y actúan como barrera protectora frente a tormentas, ciclones tropicales e incluso tsunamis, protegiendo las zonas vecinas.
Un componente esencial de los ecosistemas tropicales
Los manglares son un componente esencial de los ecosistemas tropicales. Crecen en las orillas bajas de las costas marinas, en estuarios y en riberas de ríos. Son criaturas híbridas, a medio camino entre el mundo terrestre y el acuático. Sus majestuosas raíces les permiten crecer incluso en zonas que quedan totalmente sumergidas durante los periodos de marea alta.
Estos árboles se encuentran entre las esponjas de carbono más eficientes del planeta. Una hectárea de bosque de manglares puede absorber tanto carbono como cuatro hectáreas de selva tropical. Esto sucede porque el agua también capta el carbono que proviene de la descomposición de hojas, flores y frutos que caen de las ramas.
Por lo tanto, en comparación con el almacenado en tierra, el CO₂ puede permanecer atrapado aquí durante mucho más tiempo, contribuyendo a la mitigación del clima a largo plazo.
Características únicas
Los manglares son las únicas especies de árboles capaces de prosperar en agua salada, porque son capaces de desalinizarla. El Mangle Blanco se llama así precisamente porque adquiere un aspecto blanquecino, permitiendo que sus ramas y hojas exuden sal.
Una propiedad tan impresionante que un equipo de investigadores de Yale ha desarrollado un dispositivo de purificación de agua que imita su funcionamiento. En la práctica, la evaporación se produce a través de membranas que actúan como hojas y la desalinización del agua gracias a una capa semipermeable que funciona como raíces.
Una cuna para la biodiversidad a lo largo de los trópicos
Muchas especies de peces pasan buena parte de su vida entre las raíces de los manglares antes de migrar hacia mar abierto. Sólo por poner un ejemplo, el 75% de los peces presentes en Florida han pasado algún tiempo entre las raíces de los manglares, o depende de la cadena alimentaria que se origina a partir de ellos.
Por encima del agua, entre las ramas de los manglares, encuentran su hogar multitud de insectos y aves migratorias, que luego deciden anidar y criar a sus polluelos entre las hojas de estas plantas. Algunas de las aves migratorias más comunes del cinturón tropical anidan en los manglares, convirtiendo estos lugares en una verdadera cuna de biodiversidad.
Los proyectos de reconstrucción
Dada la enorme importancia que tienen para toda la franja costera tropical, actualmente se están llevando a cabo diversos proyectos de reconstrucción de manglares. Un plan de plantación de manglares se implementa en la costa de Honduras con el objetivo de fortalecer el ecosistema de ese tramo de la costa caribeña.
La zona donde se está implementando el proyecto está ubicada en el noroeste de Honduras, cerca del Parque Nacional Cuyamel Omoa, no lejos de la frontera con Guatemala. Establecido en 2011, el Parque tiene una superficie de más de 8,000 hectáreas y alberga diferentes ecosistemas (marinos, pantanosos y montañosos) y una variada fauna que incluye jaguares, manatíes, tucanes y cocodrilos.