Las invasiones de sargazo se extenderán hacia el norte y podrían llegar hasta el oeste de Europa
Un estudio reciente sugiere que, con el aumento de la temperatura de los océanos, la proliferación del sargazo podría extenderse hacia el norte e incluso llegar a las islas Canarias.
El problema del sargazo es cada vez más preocupante. Su varamiento por miles de toneladas en las costas del Atlántico tropical, desde el Caribe hasta África occidental, impacta en el medioambiente, en la salud y en la economía.
La acumulación de algas perjudica especialmente al sector turístico, ya que afecta la estética de las playas, dificulta la natación y otras actividades acuáticas. En la arena, el sargazo descompuesto libera gas de sulfuro de hidrógeno y huele a huevos podridos.
Robert Marsh, profesor de Oceanografía y Clima de esa Universidad, explicó: “El sargazo es muy sensible a la temperatura. Crece vigorosamente en aguas cálidas tropicales, pero comienza a morir cuando la temperatura del agua supera los 29 grados centígrados.”
Según los estudios, en 2011 se registró la primera aparición generalizada de variantes de sargazo hasta ese momento raras. Desde entonces, el problema ha ido en aumento. Las floraciones de sargazo ahora son un evento anual y alcanzaron niveles récord en lo que ya se conoce como el 'Gran cinturón de sargazo del Atlántico' (GASB) en el verano de 2022.
“Dado que se pronostica que los océanos serán 1,5 grados más cálidos en los próximos 30 años, para 2050 podría hacer demasiado calor para que el sargazo sobreviva al verano en los trópicos. Sin embargo, predecimos que será más frecuente a principios de año y se extenderá hacia los polos desde el cinturón del Atlántico tropical. Llevado a través del Atlántico por las corrientes oceánicas, podríamos incluso verlo llegar a las playas de las Islas Canarias y Portugal, por ejemplo. Lo que está sucediendo es una respuesta natural a las oscilaciones climáticas recientes, pero es probable que el cambio climático lo acelere”, explicó Marsh.
“En cantidades dispersas en mar abierto, el sargazo contribuye a la salud del océano al proporcionar un hábitat para tortugas, invertebrados, peces y aves, y al producir oxígeno mediante la fotosíntesis. Pero una cantidad excesiva de esta alga marina cerca de la costa puede dificultar el movimiento y la respiración de ciertas especies marinas”, explica la NASA.
El fenómeno se asocia al aumento de la temperatura global y al cambio climático. Aunque también hay otras variables que inciden en su comportamiento, como los aportes de nutrientes de los fertilizantes y los cambios en los patrones de circulación oceánica. Los esfuerzos están puestos en comprender sus desencadenantes y diseñar mecanismos de respuesta a este nuevo panorama.
Adaptación: gestión del riesgo de sargazo
El equipo de Marsh, junto con profesionales de las universidades de York, de las Indias Occidentales y de Ghana, trabajan en un proyecto de monitoreo y pronóstico de sargazo. El SARTRAC, que además brinda apoyo a las comunidades locales más vulnerables para gestionar el riesgo de varamientos y diseñar medidas de adaptación.
Además, el proyecto apoya las estrategias de reutilización de las algas. En muchos lugares del mundo, las algas pardas se recolectan o se cultivan para producir insumos valiosos, como agentes texturizantes para la industria alimentaria, la bioenergía y también como alimento para animales.
Según informa el proyecto, las aplicaciones comerciales existentes de otras algas pardas indican que es posible convertir la contaminación del sargazo pelágico en recursos valiosos, como parte de la estrategia de resiliencia.
"El sargazo actualmente afecta a países que no tienen la capacidad de lidiar con él por sí mismos, por lo que se necesita una colaboración internacional para investigarlo y comprenderlo, y para ayudar a manejarlo cuando llega a la costa", concluyó Marsh.