Leche materna: conoce el “superpoder” de la primera y mejor fuente alimenticia para los bebés
La lactancia no solo ofrece a los recién nacidos los nutrientes necesarios para prevenir enfermedades y asegurar un crecimiento sano, también ayuda a construir un vínculo entre la madre y su hijo o hija. Aquí te contamos más.
La leche humana es una completa maravilla nutricional. Rica en proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, es la fórmula perfecta diseñada por la naturaleza para alimentar y nutrir a los bebés.
¡Pero no solo eso! Según datos entregados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de tener diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de tener cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios, en comparación con aquellas mujeres que no amamantan o que amamantan menos.
Leche materna, el alimento ideal
En términos nutricionales, la leche humana es el alimento perfecto para los primeros meses de vida. Tanto si nos referimos a calidad como a cantidad, ofrece todo lo que los bebés necesitan para tener una buena digestión y la carga adecuada de anticuerpos para evitar infecciones o enfermedades.
En un artículo de la Universidad de Murcia, se detalla que la leche humana contiene múltiples componentes funcionales —o biológicamente activos—, cada uno con una función específica:
- Proteínas, péptidos y aminoácidos, relacionadas con funciones del sistema inmune o digestivo.
- Nucleótidos, que entre otras cosas reducen la duración de la diarrea, disminuyen el estreñimiento, meteorismo y regurgitaciones.
- Hormonas y factores de crecimiento, que ayudan a estimular el apetito.
- Agentes antiinflamatorios e inmunomoduladores, que promueven el desarrollo del sistema inmune.
- Vitaminas como la A y la E, necesarias para una piel sana, una buena vista y un funcionamiento eficaz del sistema inmunológico.
- Minerales como el calcio y el fósforo, esenciales para la mineralización ósea.
Y para que todos ellos tengan los efectos deseados en el desarrollos de nuestros pequeños y pequeñas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan que “la lecha materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos hasta los 6 meses de edad, y que hasta los 2 años se alimenten con una combinación de la misma con alimentos adecuados y nutritivos para su edad”.
La magia de la lactancia materna: beneficios fisiológicos y afectivos
La lactancia materna va mucho más allá de la mera alimentación. Es un acto de amor y conexión entre madre e hijo que establece un vínculo irrompible. Durante la lactancia, se establece una comunicación íntima que proporciona al bebé una sensación de seguridad y bienestar, sentimientos que perdurarán a lo largo de su vida.
En un artículo de UNICEF, se resaltan los beneficios tanto para los bebés como para sus madres:
- Alimentar a los bebés con leche materna ayuda a prevenir infecciones gastrointestinales y respiratorias, obesidad, diabetes, leucemia, alergias, cáncer infantil, hipertensión y colesterol alto.
- También se ha observado que la lactancia materna se asocia con el desarrollo cognitivo a largo plazo y el coeficiente intelectual.
- En cuanto a la mujer que amamanta, disminuye el riesgo de hemorragia después del nacimiento y reduce el riesgo de depresión post—parto.
- A largo plazo contribuye a disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer de ovario, cáncer de mama, diabetes tipo II, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis.
Un punto extra que puede resultar poco evidente, pero en el que se hace hincapié es el aporte de la lactancia materna al cuidado del planeta ¿Cómo, te preguntarás?
Lo que indica UNICEF es que “la lactancia materna ayuda en el cuidado del medio ambiente pues no produce desechos ya que evita el uso de materiales contaminantes para publicidad, envasado y transporte”.
El poder de los anticuerpos maternos
Uno de los aspectos más asombrosos de la leche materna es su capacidad para transmitir inmunidad al bebé. Durante la lactancia, la madre transfiere una amplia gama de anticuerpos a su hijo, brindándole una protección inicial crucial.
Un artículo de Medlineplus señala que los bebés alimentados con leche materna serán menos propensos a padecer enfermedades como:
- Infecciones del oído
- Enfermedades de la piel (tales como eccema)
- Problemas de sibilancias
- Enfermedades respiratorias, como la neumonía y la bronquiolitis