Los investigadores utilizan la ingeniería genética para combatir el glioblastoma con efectos secundarios mínimos

Científicos de la Universidad de Ginebra han logrado un gran avance en el tratamiento y la destrucción del glioblastoma mediante células CAR-T, una forma de inmunoterapia.

Los científicos han logrado un gran avance en la lucha contra el glioblastoma mediante el uso de células CAR-T, una forma de inmunoterapia que implica la ingeniería genética de las células inmunitarias del paciente para que reconozcan y ataquen a las células tumorales.
Los científicos han logrado un gran avance en la lucha contra el glioblastoma mediante el uso de células CAR-T, una forma de inmunoterapia que implica la ingeniería genética de las células inmunitarias del paciente para que reconozcan y ataquen a las células tumorales.
Lee Bell
Lee Bell Meteored Reino Unido 5 min

El glioblastoma es una de las formas más devastadoras de cáncer cerebral.

Conocida por su agresividad y resistencia a los tratamientos convencionales, las tasas de supervivencia de esta enfermedad se han mantenido bajas durante décadas, y la mayoría de los pacientes viven menos de dos años después del diagnóstico. Además, las opciones de tratamiento como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia ofrecen un éxito limitado, en gran medida debido a la capacidad del tumor para evadir el sistema inmunológico.

En un avance prometedor, los científicos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) han logrado un avance en el tratamiento del glioblastoma mediante el uso de células CAR-T. Esta forma de inmunoterapia, que implica la ingeniería genética de las células inmunitarias de un paciente para que reconozcan y ataquen las células tumorales, ha demostrado tener potencial en ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, la aplicación de esta tecnología a los tumores cerebrales ha sido especialmente difícil debido al entorno sensible del cerebro.

El equipo, dirigido por el profesor adjunto Denis Migliorini, identificó un marcador proteico llamado PTPRZ1 en la superficie de las células de glioblastoma, que sirve como diana para las células CAR-T. Esto, según el equipo, les permitió reconocer y destruir las células tumorales sin afectar el tejido cerebral sano.

“Hemos sido capaces de generar células CAR-T que portan anticuerpos dirigidos contra PTPRZ1”, explicó Migliorini. “Este es un primer paso hacia la eficacia de las células CAR-T contra los gliomas malignos ”.

Tasas de supervivencia prolongadas

Un desafío clave en la adaptación de la terapia CAR-T para los tumores cerebrales es el riesgo de toxicidad. Los tratamientos CAR-T tradicionales, que utilizan vectores virales para modificar las células inmunitarias, plantean riesgos a largo plazo ya que persisten en el cuerpo, especialmente en los cánceres de la sangre.

Sin embargo, el equipo de Ginebra utilizó ARN mensajero (ARNm), que permite la modificación temporal de las células T, reduciendo el riesgo de efectos secundarios y al mismo tiempo permitiéndoles atacar a las células tumorales.



El equipo, dirigido por el profesor adjunto Denis Migliorini, identificó un marcador proteínico denominado PTPRZ1 en la superficie de las células del glioblastoma, que sirve de diana para las células CAR-T. Esto les permitió reconocer las células tumorales y destruirlas sin dañar el tejido cerebral sano.
El equipo, dirigido por el profesor adjunto Denis Migliorini, identificó un marcador proteínico denominado PTPRZ1 en la superficie de las células del glioblastoma, que sirve de diana para las células CAR-T. Esto les permitió reconocer las células tumorales y destruirlas sin dañar el tejido cerebral sano.

El aspecto clave de esta investigación es el descubrimiento de que las células CAR-T no sólo atacan a las células tumorales que expresan el marcador PTPRZ1, sino que también, mediante un efecto espectador, atacan a las células tumorales que no lo expresan. Esta doble acción hace que la terapia sea aún más eficaz, un resultado que fue respaldado por ensayos preclínicos en modelos de ratón.

Sorprendentemente, las pruebas demostraron que el crecimiento del tumor se controló y que las tasas de supervivencia de los ratones se prolongaron sin ningún signo de toxicidad. Además, estos resultados prometedores han abierto la puerta a los ensayos clínicos en humanos.

Los investigadores dijeron que administrar células CAR-T directamente en el tumor del cerebro humano podría reducir el riesgo de toxicidad en los tejidos circundantes, lo cual es primordial al tratar enfermedades cerebrales.

Aunque los hallazgos aún están en la fase experimental, Migliorini y su equipo tienen la esperanza de que su investigación algún día pueda ofrecer una nueva opción de tratamiento para los pacientes que luchan contra uno de los cánceres cerebrales más letales del mundo.

Referencia de la noticia:
University of Geneva. "Programming cells to target brain tumours." Cancer Immunology Research, 2024.