Salud mental: el cambio climático parece empeorar la ansiedad y las afecciones cerebrales
Un estudio revela que el cambio climático empeora enfermedades cerebrales como la migraña o trastornos psiquiátricos como la ansiedad. ¿A qué se debe?
La Semana de Concienciación sobre la Salud Mental se celebró entre el 13 y el 19 de mayo, organizada por la Asociación de Salud Mental del Reino Unido. Durante la misma, se han realizado esfuerzos para aumentar la concienciación sobre temas como la ansiedad y la depresión, que afectan a un gran número de la población.
Sin embargo, lo que menos se oye en los medios es la conexión entre el cambio climático y la salud mental o neurológica. Investigadores del University College London revisaron recientemente más de 300 artículos publicados en todo el mundo y concluyeron que los efectos del cambio climático en las enfermedades neurológicas son significativos.
Los impactos son sustanciales para las afecciones del sistema nervioso, como la migraña, la epilepsia de Alzheimer y la esclerosis múltiple. También se ven afectados trastornos psiquiátricos como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia.
El profesor Sisodiya, que también es director de Genómica de la Sociedad de Epilepsia y miembro fundador de Epilepsy Climate Change, dijo: "Existe evidencia clara de un impacto del clima en algunas afecciones cerebrales, especialmente los accidentes cerebrovasculares y las infecciones del sistema nervioso".
Se demostró que el accidente cerebrovascular empeoraba durante las olas de calor o, en general, con temperaturas ambiente más altas, ya que las tendencias de ingresos, discapacidad y mortalidad relacionadas con accidentes cerebrovasculares parecían haber aumentado en su análisis.
"La variación climática que demostró tener un efecto sobre las enfermedades cerebrales incluyó temperaturas extremas (tanto bajas como altas) y una mayor variación de temperatura a lo largo del día, especialmente cuando estas medidas eran estacionales inusuales".
Los trastornos del sueño se vinculan con el cambio de temperatura
Conocido por sus efectos vitales de reposición en el cerebro y el cuerpo, el sueño surgió como uno de los factores importantes que afectan el cambio climático.
“Las temperaturas nocturnas pueden ser particularmente importantes, ya que las temperaturas más altas durante la noche pueden alterar el sueño. Se sabe que dormir mal agrava una serie de afecciones cerebrales", escribieron los autores.
Las personas que padecen demencia son sensibles a los efectos del estrés relacionado con el calor o a temperaturas extremadamente bajas, lo que puede provocar temperaturas que hacen que la hipotermia sea un riesgo. También son vulnerables al estrés de las inundaciones y otros riesgos climáticos como los incendios forestales.
Los autores escribieron: "Una mayor variación de temperatura, días más calurosos y olas de calor conducen a un aumento de las admisiones hospitalarias y la mortalidad asociadas a la demencia".
Cognición deteriorada por condiciones climáticas extremas
La cognición deteriorada afecta la capacidad de quienes tienen condiciones particulares para adaptarse y responder a los extremos relacionados con el clima, particularmente aquellos que son de alto riesgo como inundaciones y olas de calor.
Los autores escribieron: "La menor conciencia del riesgo se combina con una capacidad disminuida para buscar ayuda o mitigar daños potenciales, como beber más cuando hace calor o ajustarse la ropa".
La ansiedad climática puede empeorar la salud mental
Otra influencia podrían ser los efectos de la ansiedad climática, a medida que el cambio climático se convierte en un problema y una preocupación crecientes, que preocupan especialmente a las generaciones más jóvenes.
El profesor Sisodiya también dijo: “Todo el concepto de ansiedad climática es una influencia adicional, potencialmente importante: muchas afecciones cerebrales están asociadas con un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos, incluida la ansiedad, y tales multimorbilidades pueden complicar aún más los impactos del cambio climático y las adaptaciones necesarias para preservar la salud. Pero hay medidas que podemos y debemos tomar ahora”.
Dado que los autores revisaron estudios de hace décadas, se observó un claro patrón de aumento de las repercusiones sobre las condiciones cerebrales, al igual que las temperaturas asociadas al cambio climático también han aumentado a lo largo de los años.
Conclusiones de la revisión
La salud mental, o la salud en general, no debe quedar fuera de la ecuación cuando se trata del debate sobre el cambio climático global. El profesor Sisodiya afirmó: "Este trabajo se lleva a cabo en medio de un preocupante empeoramiento de las condiciones climáticas y deberá seguir siendo ágil y dinámico si se quiere generar información que sea útil tanto para individuos como para organizaciones".
Aparte de esta investigación, han faltado estudios que analicen las condiciones del cerebro en escenarios climáticos futuros, a pesar de que el pronóstico climático ha sido estudiado intensamente en sí mismo. Esto inhibe futuras precauciones para la salud pública.
Los investigadores alientan una mayor conciencia sobre la atención médica neurológica y la salud cerebral en el contexto de los fenómenos meteorológicos y el cambio climático.
Referencia de la noticia:
The Lancet Neurology. Climate change and disorders of the nervous system. Commentary/editorial. 2024. Available at: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1474442224000875?dgcid=author