Unos ingenieros revelan el poder de las plantas para combatir la contaminación salina en carreteras y aguas pluviales

Unos investigadores examinaron las cuencas de retención de aguas pluviales en Virginia, centrándose en los impactos de las sales de las carreteras en las plantas, los suelos y la calidad del agua: estas fueron las sorprendentes conclusiones.

El exceso de sal en el agua dulce daña los ecosistemas y pone en peligro nuestra salud.

La contaminación salina del agua dulce es una preocupación creciente en todo el mundo. El exceso de sal no sólo daña las plantas y degrada el suelo, pone también en riesgo la calidad del agua.

Las sales que se utilizan en las carreteras de las zonas urbanas para descongelarlas en invierno afectan a procesos de filtración y contaminan las cuencas de retención usadas en el tratamiento de escorrentías de aguas pluviales urbanas, planteado problemas de salud y desafíos en la infraestructuras.

¿Qué es la fitorremediación?

La fitorremediación es la descontaminación de los suelos, la depuración de las aguas residuales o la limpieza del aire interior, a partir del empleo de vegetales, ya sean plantas o vasculares o algas.

Esquema de la salida máxima de fitorremediación Fuente: S. Long, M.A. Rippy, L. Krauss, M. Stacey, K. Fausey, The impact of deicer and anti-icer use on plant communities in stormwater detention basins: Characterizing salt stress and phytoremediation potential, Science of The Total Environment, Volume 962, 2025, 178310, ISSN 0048-9697

Un estudio, financiado por el programa de investigación Growing Convergence de la National Science Foundation, estudió las cuencas de retención de aguas pluviales en el norte de Virginia (EE UU), y exploró los impactos de las sales de las carreteras en las plantas, los suelos y la calidad del agua en los sistemas de infraestructura verde.

Las plantas desempeñan un papel importante en el rendimiento de la infraestructura verde, pero sólo el 1%, las halófitas, pueden soportar entornos altamente salinos.

La investigación publicada en Science of the Total Environment, muestra que los niveles de sal presente en los sistemas de infraestructura verde amenazan a las comunidades vegetales.

La resiliencia de las plantas

Los investigadores estudiaron 14 cuencas de retención en el norte de Virginia y midieron los niveles de sal en el agua, el suelo y los tejidos vegetales durante las cuatro estaciones del año. Estas cuencas proporcionan drenaje para diferentes tipos de terrenos, incluidos caminos, estacionamientos y áreas verdes.

La investigación descubrió que las cuencas que drenan las carreteras presentaban los niveles más altos de sal, causando un estrés significativo a las plantas. En segundo lugar, los estacionamientos con niveles moderados de sal, mientras que las cuencas que drenan áreas verdes tenían poco o ningún estrés salino.

De las 255 especies vegetales identificadas en las cuencas, 48 especies nativas mostraron capacidad para tolerar altas concentraciones de sal. Las espadañas absorbieron cantidades sustanciales de sal, significativamente mayores que otras especies.

Durante la investigación, tan sólo el 19% de las plantas nativas mostraron tolerancia a altas concentraciones salinas.

Este estudio aporta información valiosa sobre la interacción entre las plantas, la contaminación salina y la infraestructura verde. Al comprender cómo las plantas toleran y procesan la sal, se está más cerca de desarrollar soluciones sostenibles para proteger los ecosistemas de agua dulce.

¿Pueden las plantas resolver el problema de la salinidad?

Sólo se pudo eliminar entre el 5 y el 6% de la sal de la carretera aplicada durante el invierno en una cuenca densamente plantada con espadañas. Esto sugiere que la fitorremediación no resuelve la contaminación por sal, pero sí puede complementar estrategias más amplias de gestión de la sal.

La cantidad de sal que eliminan las espadañas es equivalente a la masa de uno o dos adultos, muy poco en comparación a la cantidad que realmente aplicamos en las carreteras y los estacionamientos.

Las plantas por sí solas no resuelven el problema, pero tienen un papel fundamental en las estrategias de gestión integrada. Pueden servir de orientación a los científicos ambientales, urbanistas e ingenieros en el diseño de sistemas de aguas pluviales más eficaces para gestionar la escorrentía, reducir la contaminación salina y crear ciudades más ecológicas y resilientes.

El cambio climático también puede alterar en los sistemas de aguas pluviales la dinámica del estrés salino. A medida que los inviernos se vuelven más suaves en las latitudes medias, con más lluvia y menos nieve, la cantidad de sal aplicada a las carreteras disminuirá y, con ella, los niveles de sal en las cuencas.

Sin embargo, en las regiones del mundo que tienen una cubierta de nieve persistente pueden seguir experimentando importantes desafíos. Entre ellos, retrasos en la descongelación y la aparición de plantas, que afectarían a los perfiles de estrés salino y la capacidad de fitorremediación.

Referencia de la noticia:

S. Long, M.A. Rippy, L. Krauss, M. Stacey, K. Fausey, The impact of deicer and anti-icer use on plant communities in stormwater detention basins: Characterizing salt stress and phytoremediation potential, Science of The Total Environment, Volume 962, 2025, 178310, ISSN 0048-9697, https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2024.178310.